El flamante funcionario porteño Waldo Wolff reconoció que parte del contenido de los chats de Marcelo D’Alessandro es real. El ministro de Justicia y Seguridad se tomará una licencia «corta», según se anunció, pero parte del larretismo rechaza su regreso y argumenta que la filtración abre varios posibles escándalos.
Larreta se impuso y D’Alessadro finalmente se pidió licencia como ministro de Seguridad
Wolff admitió que parte del contenido viralizado en los últimos días tiene veracidad. Una afirmación que blanquea la inquietud del larretismo, ya que en esos diálogos se vislumbran negociaciones complejas en torno a licitaciones, por ejemplo la de las grúas, negocio en el que está metido el hijo de Nicolás «Nicky» Caputo, hermano del alma de Macri.
Las declaraciones de Wolff se produjeron en una entrevista en el canal América 24, a continuación el diálogo:
-Hicieron lo que se llama sustracción de identidad, pidieron un chip nuevo. Hay grupos de tareas que se sientan, ven las redes, ven en donde estuviste en cada momento. Si estuviste con alguien un día lo adulteran, explicó Wolff.
-Si el teléfono de lo pincharon, ¿entonces los chats son ciertos?, le preguntó el periodista.
-No en su totalidad, afirmó Wolff en una respuesta que fue ampliamente replicada en las redes.
La salida de D’Alessandro fue una negociación que duró varios días. Los funcionarios más cercanos al jefe de Gobierno empujaban su paso al costado, pero un sector del círculo rojo presionó hasta último momento para que permanezca en el cargo.
Despedir al ministro hubiera sido una validación de los chats, en especial los que involucran a los funcionarios y jueces que viajaron a Lago Escondido invitados por Clarín. Sin embargo, Larreta encontró una solución intermedia: el pedido de licencia.
En la entrevista, Wolff dio a entender que en el larretismo esperan más filtraciones, vinculadas al robo de su línea que sufrió Diego Santilli. Consultados sobre el por qué de la salida del ministro de Seguridad, en Parque Patricios dieron a entender algo similar a lo que verbalizó Wolff: que parte del contenido de los chats era verdadero.
Incluso un memorioso recordó que mientras D’Alessandro estuvo al frente de la Dirección General de Administración de Infracciones (DGAI), en el organismo que controla las infracciones de tránsito desaparecieron cientos de multas que eran archivadas a diario por «defectos formales» a pesar de que no tenían ningún problema. En ese momento el ministro era parte del massismo, pero ya había trabado excelentes relaciones en el gobierno porteño que conducía Macri.
La Política Online
Publicado en lanuevacomuna.com