Tras el rechazo de los ministros Patricia Bullrich (Seguridad) y Gerardo Werthein (Relaciones Exteriores) a las acusaciones de «acciones terroristas» contra el gendarme argentino Nahuel Gallo en Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro lanzó un duro contraataque contra los funcionarios del equipo de Javier Milei.
El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, emitió un comunicado afirmando que, debido a las «declaraciones inculpadoras» de Bullrich y Werthein, ambos han sido «señalados como personas de interés en la investigación» y, por lo tanto, «serán incorporados al expediente».
«Las investigaciones realizadas por los cuerpos auxiliares de justicia en Venezuela han determinado que en la cadena de mando del grupo de presuntos terroristas enviados desde Argentina aparece la propia ministra Bullrich, lo cual está documentado en el expediente», señaló el comunicado.
El fiscal también aseguró que el gendarme argentino detenido en la frontera está siendo sometido a un «proceso penal» porque existen «pruebas contundentes» que lo vinculan con «hechos graves que ponen en peligro la seguridad» de Venezuela.
«El comportamiento errático del gobierno argentino hasta ahora solo evidencia su relación con esta agresión a Venezuela, que afortunadamente fue neutralizada», añadió Saab en su declaración, publicada a través de Instagram.
Por la tarde, Bullrich negó categóricamente las acusaciones, indicando que los gendarmes «tienen totalmente prohibida la actividad política». Acusó a Saab de faltar a la verdad al afirmar que Gallo fue detenido por «vínculos con el terrorismo» mientras intentaba cruzar la frontera a principios de diciembre.
«Entró con todos los documentos en regla, cumpliendo todos los procedimientos requeridos por la Gendarmería. Su ingreso fue completamente legal. Lo ilegal fue la manera en que lo capturaron en la frontera», subrayó la ministra.
Bullrich también solicitó que las autoridades venezolanas permitan al servicio consular argentino visitar a Gallo. «Todo ciudadano tiene derecho a principios básicos que son esenciales en un Estado de Derecho», recordó.
Por su parte, Werthein afirmó que Gallo se encuentra «en perfecto estado» físico y mental a pesar de haber sido «detenido de forma arbitraria». Exigió poner fin a lo que calificó como «una situación ilegítima». «La notificación oficial recibida del Gobierno de Venezuela, a través de Brasil, no indica su paradero exacto», expresó tras reunirse con los familiares del detenido.
El pasado 8 de diciembre, Gallo fue arrestado al intentar ingresar a Venezuela desde Colombia por vía terrestre. Según su versión, viajaba para reunirse con su esposa venezolana y su hija, una explicación desestimada por Caracas.
El gobierno venezolano ha acusado a Gallo de integrar una conspiración internacional para atentar contra Maduro, una denuncia rechazada por Argentina, que ha agravado las tensiones diplomáticas entre ambos países. Saab aseguró que el agente ingresó ilegalmente a Venezuela para colaborar con grupos opositores en «acciones desestabilizadoras y terroristas» como parte de un plan impulsado por la «ultraderecha internacional».
El fiscal también puso en duda las razones de Gallo para viajar al país caribeño y afirmó que las acciones judiciales y las declaraciones del gobierno argentino, incluyendo el uso de sus familiares, son una «prueba clara» de su «complicidad» en «planes subversivos destinados a atacar al Estado venezolano por cualquier medio».
Con información de El Destape
Publicado en lanuevacomuna.com