Si el domingo venidero, por la mañana, algún desprevenido observa que -de algún auto- baja una persona con un bolso -como se estila últimamente, o una valija- e ingresa a un colegio o establecimiento social utilizado para la interna radical, ¡sígalo!
Es que, al igual que lo sucedido en Pilar con los chicos del Movimiento Evita -que fueron encontrados con más de un millón y medio de pesos- también puede usted llevarse una sorpresa. ¿Cómo? ¿Por qué?
La última semana encendió las alertas de ambas líneas internas, que definirán quién conducirá a los radicales bonaerenses en los próximos cuatro años: por un lado, la oficialista Lista 23 (La Mariposa, según la prosa quinielera) con Maximiliano Abad como candidato.
Por el otro lado, Gustavo Posse, con La 14 (el borracho, según la misma jerga numérica) reclamando para la oposición un mayor rol protagónico para el centenario partido. Lamentablemente, la tabla de los sueños no ayudó a ninguno de los dos.
La data del «poroteo» previo sostiene que el intendente de San Isidro ganaría con comodidad la primera sección electoral, zona norte y noreste del conurbano bonaerense; y, con menos margen, la tercera. Ambos son los lugares más populosos de la Provincia.
Corolario posible: la victoria de Posse reconfiguraría Juntos por el Cambio dado que -aunque no se produzca una ruptura- la nueva realidad provincial dejaría más debilitado al PRO, acostumbrado a conducir el frente opositor, al haber sido derrotados sus aliados más firmes.
En el caso de que gane Abad, sería una ratificación lisa y llana del frente opositor, aunque también determinará una reconfiguración opositora. El PRO ya no maneja, ni el gobierno nacional, ni el provincial.
Este escenario se replicó en varios municipios. Provocó la ira de los radicales más históricos. Quizá, porque consideran al PRO como de derecha, no tomaron nota que fue el propio macrismo quien -mucho tiempo antes- se había apropiado de los votantes históricos del centenario partido, en los grandes centros urbanos.
Sin Cambiemos, los concejos deliberantes de los distritos del conurbano, no hubieran tenido casi radicales en sus composiciones. Como así tampoco en el Senado y Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
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Publicado en lanuevacomuna.com