El peronismo cierra el año legislativo con un triunfo político tras el escándalo que involucra al exsenador Edgardo Kueider, detenido en Paraguay. Desde la conducción de Unión por la Patria en la Cámara de Diputados impulsan la nulidad de la Ley Bases y la apertura de una investigación sobre el posible financiamiento a legisladores de diferentes bloques políticos. “Kueider y la Ley Bases están más sucios que una papa”, afirmó el titular del bloque, Germán Martínez. Sin embargo, las tensiones internas en el territorio bonaerense no cesan.
De acuerdo con fuentes legislativas, la estrategia en Diputados contempla dos frentes simultáneos: la creación de una comisión investigadora y la anulación total de la ley. Esta propuesta se alinea con la iniciativa previamente presentada por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), con quienes incluso se llevó a cabo una reunión conjunta. “El caso Kueider evidencia que esta ley es fruto de la corrupción, debe ser anulada, y vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para terminar con esta norma que favorece el saqueo y perjudica a trabajadores y sectores populares”, expresó la dirigente Myriam Bregman.
Por otro lado, el peronista Santiago Cafiero presentó un proyecto para formar una comisión investigadora, respaldado por 17 integrantes del bloque de UxP, que incluyen figuras de diversos sectores internos como Paula Penacca y Victoria Tolosa Paz. Paralelamente, el bloque trabaja en un proyecto propio para la nulidad de la Ley Bases, liderado por la entrerriana Blanca Osuna.
En el ámbito territorial, las tensiones dentro del peronismo bonaerense continúan. La ya fracturada relación entre Cristina Kirchner y el gobernador Axel Kicillof sigue generando conflictos. Durante un acto reciente en el que se firmaron contratos de leasing por más de $8.800 millones para 28 municipios bonaerenses, Julián Álvarez, intendente camporista de Lanús, criticó públicamente al gobernador por la supuesta falta de fondos. Este reclamo desató una ola de respuestas críticas de otros intendentes del interior provincial. Desde la gobernación aclararon que el municipio aún no había cumplido con ciertos pasos administrativos necesarios.
En este contexto de enfrentamiento, Kicillof convocó a la formación de un frente provincial para enfrentar al mileísmo en las próximas elecciones. “Tengo la responsabilidad de conducir el gobierno de la provincia y también de liderar la construcción de un frente político que sea una alternativa para el futuro”, declaró el gobernador en un evento en La Plata. Con este llamado, dejó claro su deseo de encabezar esa iniciativa.
Por su parte, Máximo Kirchner, en una entrevista con la revista Contraeditorial, reafirmó el liderazgo de Cristina Kirchner dentro del partido y del movimiento. “Cristina es la única capaz de quebrar la inercia de estos sistemas de poder”, aseguró, enviando un mensaje al interior de la coalición. También criticó a quienes, según él, evitan el debate interno: “Me da pena que compañeros no hayan ido a discutir, quizás por temor a escuchar cosas que no les gustan”.
Si bien las diferencias no son estrictamente ideológicas, las discrepancias sobre conducción y estrategias electorales son profundas. Cristina y La Cámpora prefieren mantener un calendario unificado de elecciones provinciales y nacionales, mientras que Kicillof y algunos intendentes abogan por desdoblarlas para evitar riesgos asociados al desgaste del Frente de Todos.
Ante este escenario, un dirigente bonaerense con vínculos en ambas facciones evaluó que el peronismo podría llegar a las elecciones dividido en dos frentes. Según su análisis, la única salida para evitar un quiebre definitivo podrían ser las PASO, herramienta que en el pasado ayudó a resolver disputas internas en otros espacios como Juntos por el Cambio y el FIT. Ahora queda por ver si el peronismo logra usar este mecanismo, creado bajo el liderazgo de Néstor y Cristina Kirchner, para evitar que las tensiones internas deriven en un colapso electoral.
Con información de Tiempo Argentino
Publicado en lanuevacomuna.com