Los privilegios del Rey del Aceite
Roberto Urquía es, junto a Luis Pagani (Arcor) y el empresario de la construcción Aldo Roggio, dueño de la mayor parte de la provincia de Córdoba. Es multimillonario y propietario de la aceitera más importante del país. Fue además, Diputado y Senador Nacional introducido -igual que Domingo Felipe Cavallo- a la arena política por el recientemente fallecido ex gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota.
Es tanto su poder que hasta el Gobierno anterior de Cristina Fernández autorizó la instalación de una aduana seca en General Deheza para poder movilizar sus enormes recursos directamente desde la planta original de la empresa, que es la nave insignia del poderoso grupo económico: Aceitera General Deheza.
Urquía ha sido noticia en los últimos días porque el Gobierno de Mauricio Macri ha decidido cederle una parte del Campus de la Universidad de San Martín (Unsam) a la empresa Nuevo Central Argentino, del ex senador sojero, para relocalizar el playón de cargas del Ferrocarril Mitre que operaba en Colegiales. La noticia de que el ministro Guillermo Dietrich había definido que la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) le entregara 1,2 hectáreas al empresario, generó un gran revuelo en la comunidad educativa.
Después de una serie de manifestaciones y pedidos públicos para frenar la “privatización” del predio -que incluyeron una Ordenanza del intendente Gabriel Katopodis para dejar sin efecto la medida- el Rectorado que encabeza Carlos Grecco celebró a fines de agosto que la Nación había definido dar marcha atrás con la idea. Sin embargo, la información oficial brindada por Marcos Peña contradice a las autoridades universitarias.
A través de Peña, el Gobierno confirmó que las tierras serán destinadas “tanto para los servicios de carga en el corto plazo como para transporte de pasajeros metropolitanos en el mediano plazo”, pero aclaró que siguen siendo propiedad del Estado ya que no es una cesión, sino que son “tierras que se afectan a la concesión”.
De su millonario patrimonio personal, la mayoría proviene del valor de la aceitera, que entre otras es dueña de las marcas Natura y So Natural, y de desprendimientos de esa firma, como Chabás, Los Castañares, Los Raulíes y Los Tabaquillos.
Mientras Macri, Peña y el resto del Gabinete de CEOS trata de garantizar la amputación de terrenos de una Universidad Pública para entregárselo a una empresa privada, Urquía cumple con la premisa de los que tienen la sartén por el mango: Fue Delasotista; Menemista; Kirchnerista y ahora se pone el traje de Macrista para seguir gozando de los favores del poder político que le permiten acrecentar su ya enorme fortuna hasta convertirlo en propietario de uno de los holdings empresarios que más factura en la Argentina.
LA TINTA
PUBLICADO EN LANUEVACOMUNA.COM