¿Falta de claridad y conflicto de intereses?
La empresa Terminal Quequén S.A. busca seguir explotando el lucrativo negocio de la concesión portuaria, pero lo hace con condiciones. Según José Martins, presidente de la empresa, quien en entrevistas periodísticas ha promovido la idea de replicar «el modelo de Bahía Blanca», esto implicaría otorgarle una extensión del contrato por 30 años de manera directa, sin licitación, sin inversiones significativas y con escasa transparencia.
El negocio en juego involucra millones, y en los últimos tiempos esto ha quedado en evidencia con el accionar de varios miembros del Directorio del Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén, quienes, alineados con los intereses de Terminal Quequén S.A., buscan reemplazar al Gerente General del consorcio. Este gerente fue designado para llevar adelante un proceso de licitación público, abierto y transparente para el elevador de granos, tal como lo anunció el Ministro de Gobierno, Carlos Bianco, en su reciente visita a Necochea.
Entre los principales aliados de Terminal Quequén S.A. en el Directorio del Consorcio figuran Daniel Arce, representante de la Cámara de Permisionarios y Concesionarios de Puerto Quequén, y Alejandro Gallegos, representante de la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina.
La continuidad de Arce y Gallegos en el Directorio del Consorcio está bajo fuerte escrutinio, ya que Arce es empleado de Terminal Quequén S.A., mientras que Gallegos trabaja para Viterra, uno de los principales accionistas de la empresa. Esto plantea un claro conflicto de intereses, dado que ambos ocupan posiciones estratégicas en el consorcio y al mismo tiempo responden a los intereses de Terminal Quequén S.A., generando un desequilibrio en favor de la empresa concesionaria y en detrimento del Consorcio.
Esta falta de ética y el conflicto de intereses en que se encuentran algunos directores del Consorcio respecto a la licitación del elevador de granos en el Puerto de Quequén es preocupante y seguramente dará lugar a nuevos desarrollos en esta historia.
Fuentes del ámbito portuario confirman que «desde hace cuatro años, Terminal Quequén ha conseguido prórrogas sucesivas para una concesión ya vencida, y la estrategia es siempre la misma: colocan a sus directores en el Consorcio para evitar inversiones y obtener nuevas extensiones. Este año no fue diferente. Utilizan a los trabajadores como excusa, aunque sus empleos están garantizados por el proyecto de pliego licitatorio. Pese a que públicamente afirman querer participar de una licitación, sus acciones muestran lo contrario: buscan diseñar un pliego a su medida. Esto no es transparencia, es miedo a competir y a que surja una propuesta que ofrezca mejores inversiones, más empleo, y mayor beneficio para el puerto y la ciudad».
Con info de La Política On Line y Necochea Digital
La Nueva Comuna