«El PRO como proyecto político dejó de representar a la mayoría de los porteños; hay una nueva realidad», sentenció Leandro Santoro desde el búnker montado en Ferro Carril Oeste, en Caballito.
“Como dijimos en la campaña electoral, si la crueldad se puso de moda, que no cuenten con nosotros”. Con esa frase, Leandro Santoro reafirmó la línea ética de Es Ahora Buenos Aires, mientras la militancia y la prensa seguían el recuento en el microestadio Héctor Etchart. El peronismo porteño se consolidó como principal fuerza opositora: sumará diez bancas nuevas y alcanzará veinte escaños en total, convirtiéndose en primera minoría.
Aunque las encuestas preveían un escenario ajustado, pocos imaginaron que el PRO terminaría relegado. La Libertad Avanza se impuso con 30,1 %, Santoro quedó segundo con 27,4 % y el PRO cayó a 15,9 %. El caudal de votos del peronismo, no obstante, se mantuvo casi intacto respecto de 2021: 449 mil ayer contra 456 mil en aquella elección intermedia.
“Las urnas han hablado… Se ha cerrado un ciclo político que dejó demandas históricas insatisfechas. Aparentemente, el PRO ya no representa a la mayoría”. Lo flanqueaban dirigentes como Claudia Negri, “Pitu” Salvatierra, Juan Manuel Olmos y Mariano Recalde, entre otros.
Contra los atropellos
“Nos tocó enfrentar a dos gobiernos… parece que ahora vale cualquier cosa”, denunció Santoro, en alusión a los deepfakes que circularon en redes. Horas antes, tras votar en Almagro, había condenado “las fake news” y “la trampa” que violaron la veda.
Terreno ganado
La lista peronista ganó seis comunas del sur y la 15 del centro‑norte, llegando al 38 % en Villa Soldati. «Este resultado nos obliga a construir la ciudad inclusiva que soñamos”, prometió.
Principios innegociables
“Si la crueldad se puso de moda, que no cuenten con nosotros”, reiteró al cierre. Santoro dejó claro que su bancada seguirá levantando “las banderas de una sociedad más justa, más igualitaria” y convocó a “seguir construyendo una mayoría social” que haga de Buenos Aires una ciudad “con sentido social”.
“Nos vemos en la lucha”, remató antes de que el búnker comenzara a desarmarse y la militancia se despidiera entonando la Marchita bajo el puente de la línea Sarmiento.
La Nueva Comuna