«La universidad es de todos», dice una sábana colgada en una de las celdas. La reciente resolución del Ministerio de Seguridad ordenó la suspensión de los centros de estudiantes en todas las cárceles federales.
Por segunda noche consecutiva, los internos del penal de Devoto llevaron a cabo una protesta en rechazo al cierre del centro de estudiantes, medida implementada por el Ministerio de Seguridad en todas las prisiones bajo la órbita del Servicio Penitenciario Federal.
El martes por la noche, los reclusos incendiaron colchones y sábanas en distintos pabellones, y durante la jornada del miércoles repitieron la misma acción, según reportó la agencia NA.
«La universidad es de todos», se lee en una sábana desplegada en una de las celdas.
A finales de marzo, la cartera de Seguridad, encabezada por Patricia Bullrich, oficializó la Resolución 372/2025 a través del Boletín Oficial, estableciendo la prohibición de los centros de estudiantes dentro de las cárceles federales.
Desde el Gobierno argumentan que estas organizaciones «no están expresamente reconocidas legalmente ni por la administración penitenciaria y desvirtúan el propósito de reinserción social de los internos, ya que en la práctica obstaculizan el cumplimiento del régimen de progresividad».
La Universidad de Buenos Aires (UBA) lleva adelante el Programa UBA XXII en establecimientos penitenciarios federales, un proyecto que acaba de cumplir 40 años desde su creación en 1985. En este marco, el Centro Universitario Devoto ha formado a numerosos graduados, muchos de los cuales hoy ejercen su profesión en la sociedad.
Desde la publicación de la Resolución 372/25 en el Boletín Oficial, el pasado 25 de marzo, la suspensión de los centros de estudiantes en las cárceles ha motivado numerosas denuncias ante organismos judiciales tanto nacionales como internacionales.
En los últimos días, la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) presentó una impugnación contra el fallo del juez federal Sebastián Ramos, quien desestimó un habeas corpus presentado por este organismo en defensa de la continuidad de estos espacios educativos.
La Nueva Comuna