Serguéi Shoigu, ministro de Defensa de Rusia, informó que ya se habían recibido bastantes solicitudes, la mayoría de ellas de Oriente Medio: unas 16.000 personas.
Todo va según lo planeado para nosotros, según les informamos cada semana día por día -comenzó el ministro- señalando que les llega “una enorme cantidad de solicitudes de voluntarios de distinto tipo de diferentes países, que expresan su deseo de ir a las repúblicas populares de Lugansk (RPL) y Donetsk (RPD) para participar en lo que consideran un movimiento de liberación. El mayor número proviene de los países de Medio Oriente: ya hay más de 16,000 solicitudes” (cita del sitio web del Kremlin).
El presidente apoyó esta propuesta y señaló que los «patrocinadores occidentales de Ucrania» ya están enviando mercenarios a la zona de guerra, y lo están haciendo abiertamente, «descuidando todas las normas del derecho internacional». “Por lo tanto, si hay personas que quieren de forma voluntaria, tanto más que no es por dinero, venir y ayudar a quienes viven en el Donbass, bueno, hay que ir a su encuentro y ayudarlos a llegar a la zona de guerra”.
En la misma reunión, el ministro de defensa informó al presidente que el ejército ruso había acumulado una gran cantidad de armas ucranianas que podrían transferirse a las milicias populares de la RPL y la RPD. El jefe del Estado también apoyó esta propuesta. Además, le pidió al general Shoigu que presente un informe por separado sobre los planes para fortalecer las fronteras occidentales de Rusia.
El Ministerio de Defensa había informado con anterioridad que efectivos de las compañías militares privadas (CMP) estadounidenses y los ciudadanos de varios países europeos están siendo reclutados en masa para ser enviados a Ucrania. La inteligencia militar estadounidense, supuestamente, se unió a esta convocatoria.
Ucrania se está convirtiendo con rapidez en un campo de batalla para los soldados de fortuna de todo tipo. Después de que el presidente Vlodomir Zelenski anunciara la creación de una «legión extranjera» y la abolición del régimen de visas para voluntarios del extranjero, una avalancha de mercenarios europeos y estadounidenses ingresó al país. Muchos son partidarios de la ideología de ultraderecha, en otras palabras, rotundos neonazis. Al mismo tiempo, Occidente está trasladando allí a extremistas islámicos de Oriente Medio.
Sin juicio ni investigación
La televisión ucraniana mostró hace unos días y con toda pompa una noticia: la llegada de exmilitares de Gran Bretaña al país. El motivo de la visita no es en absoluto turístico. Los veteranos de Foggy Albion quieren unirse a la «legión extranjera» formada por las autoridades de Kíev para luchar contra la «agresión rusa». En el nuevo uniforme multicam de camouflaje, con ligero chaleco antibalas de Kevlar, cubierto con rayas, arrogante y seguro de sí mismo. De buena gana les dicen a los periodistas que van a «matar rusos», tienen una rica experiencia de combate en Irak y Afganistán y no tienen dudas de que algo similar también sucederá ahora.
Sin embargo, los «vacacionistas» británicos nunca se han encontrado con el ejército regular de un estado fuerte. Y no entienden que en este safari ellos mismos pueden convertirse en la presa. A principios de marzo, el general Igor Konashenkov, portavoz del Ministerio de Defensa ruso, advirtió de manera inequívoca que los mercenarios no son combatientes según el derecho internacional humanitario y no tienen derecho al estatus de prisionero de guerra. Lo mejor que les espera en una zona de guerra es responsabilidad penal y tiempo en prisión.
Los mercenarios de Blackwater se unen en ucrania con los neonazis del batallón Azov
Sin embargo, los aventureros de todo Occidente acudieron en masa a Ucrania. Konashenkov señaló que Estados Unidos lanzó un programa de reclutamiento a gran escala para reclutar mercenarios de PMC tan conocidas como Academi, DynCorp y Cubic.
Vanguardia del Oeste
Academi es la antigua Blackwater. El cambio de marca se llevó a cabo hace diez años. La razón fueron las violaciones masivas de las reglas de la guerra por parte de los mercenarios: abrieron fuego repetidamente contra la población civil, bombardearon áreas residenciales y trataron cruelmente a los prisioneros. Además, estuvieron involucrados en un escándalo de contrabando de armas. La compañía tiene su propia flota de helicópteros, un rico arsenal de armas, incluidas las pesadas, vehículos blindados. Por supuesto, es poco probable que traigan equipo a Ucrania, pero incluso como infantería ligera, estos mercenarios son una fuerza seria.
DynCorp International es la CPM más antigua fundada en 1946. Se dedicó a probar la tecnología misilística para el Pentágono, desarrollar vacunas, instalar sistemas de seguridad en las embajadas norteamericanas y brindar apoyo aéreo a las fuerzas de seguridad de los EE. UU. Desde 2010, ha estado entrenando a oficiales de inteligencia en operaciones detrás de las líneas enemigas, sabotaje, guerra de francotiradores y subversión. Su misión es crear caos en las líneas de suministro, emboscadas de convoyes, equipando escondites con armas y explosivos. Su principal enemigo son las fuerzas especiales rusas que peinan los bosques a lo largo de la ruta de las columnas militares.
La pequeña CPM Cubic rara vez apareció en los medios mundiales. Se sabe que antes del ataque a Osetia del Sur en agosto de 2008, sus representantes entrenaron a soldados georgianos en el manejo de medios modernos de comunicación, inteligencia electrónica y navegación por satélite. Es posible que en Ucrania intenten restaurar de alguna manera el sistema de control de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que se paralizó casi por completo en los primeros días de la operación especial.
«Los mercenarios occidentales siempre han estado presentes en la línea de contacto, pero nunca antes habían sido informados oficialmente al respecto”, dijo a RIA Novosti un oficial del ejército de la RPD encubierto con el seudónimo Leshi (“Leshi” es el nombre del espíritu del bosque en la mitología eslava, HK). «Hemos interceptado comunicaciones de radio en inglés más de una vez. Y ahora, cuando avanzamos hacia el sur, encontramos documentación occidental, efectos personales, artilugios de ‘turistas’ visitantes. Ninguno de ellos ha sido capturado todavía. Sería mejor que los ‘invitados’ depusieran las armas voluntariamente, porque no vamos a andar con ceremonias ni a ser amable con ellos «.
Radicales y separatistas
El estado de ánimo general en el ejército de la RPD: “que traigan tantos cabrones como sea posible, habrá suficiente tierra para todos”. Después de todo, además de aquellos para quienes la guerra es una profesión y un medio para ganar dinero, toda la gama del nazismo europeo moderno se apresuró a Ucrania. Esto, por cierto, también se reconoce en Occidente. Por ejemplo, la publicación alemana ZEIT Online escribió que varios cientos de miembros de organizaciones de ultraderecha ya se habían ido a la zona de conflicto. Como aclara el portal, “además del aventurerismo y la experiencia militar, los extremistas de derecha de Alemania probablemente también estén interesados en luchar contra los rusos”.
Fueron seguidos por personas de ideas afines de España, Italia, EE. UU., los Estados bálticos y Escandinavia. El 3 de marzo, el canal de televisión francés TF1 Info informó que 14 soldados de origen ucraniano de la Legión Extranjera fueron detenidos en Francia bajo sospecha de intentar unirse al conflicto en Ucrania.
Los militantes separatistas del Ejército de Liberación de Kosovo, en particular en la década de 2000, que vendían órganos humanos, también respondieron al llamado de Zelenski. Por supuesto, sólo los serbios fueron los donantes forzosos.
Los «legionarios» ideológicos tienen poca experiencia en combate. Pero en abundancia la rusofobia y el deseo de luchar con Rusia siempre que sea posible. Los medios ucranianos mostraron a mercenarios que se presentaban como ciudadanos de Azerbaiyán. Sin embargo, uno de ellos gritó ostensiblemente consignas de apoyo a la llamada Ichkeria (con ese nombre se embanderaron los terroristas chechenos en la década del 90, declarando su soberanía de Rusia, HK).
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia informó previamente que los países de la OTAN se están preparando para transferir cientos de extremistas del Cercano y Medio Oriente a Ucrania. La última vez que los radicales de Medio Oriente participaron en las hostilidades en el espacio postsoviético fue durante el conflicto armenio-azerbaiyano en Nagorno-Karabaj en el otoño de 2020. Así les fue.
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Publicado en lanuevacomuna.com
