Un escandaloso ataque a la soberanía argentina
Según documentos secretos fechados entre 2008 y 2011 y filtrados por el ex empleado informático de la CIA, Edward Snowden, el gobierno británico montó un plan de espionaje y vigilancia a líderes y militares argentinos a través de un grupo de tareas de Inteligencia denominado Jtrig.
Los archivos señalan que nuestro país era “el principal interés” de la región para la central de Inteligencia británica y que la misión era calificada como “de larga duración y alcance y de efectos pioneros”.
La documentación revela, además, que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense ha brindado cooperación sobre este tema a la Central de Inteligencia (GCHQ) del gobierno británico.
La filtración se conoció a través de The Intercept –un diario online norteamericano dedicado a trabajar con la información de Snowden– en asociación con el canal de noticias TN, del Grupo Clarín. Según informaron en simultáneo ambos medios, entre las tareas del Jtrig se encuentra la de recolectar información de Inteligencia, disminuir o desacreditar oponentes e implantar propaganda encubierta.
La Operación Quito comenzó a organizarse a partir de 2008 y ya estaba casi lista en 2009. La misma “incluye operaciones encubiertas en redes sociales, intervención de comunicaciones militares y de seguridad”, con el objetivo de “estar informados acerca de los planes de Argentina respecto de las Islas Malvinas e influir en la opinión pública”.
La filtración se conoció a través de The Intercept –un diario online norteamericano dedicado a trabajar con la información de Snowden– en asociación con el canal de noticias TN, del Grupo Clarín. Según informaron en simultáneo ambos medios, entre las tareas del Jtrig se encuentra la de recolectar información de Inteligencia, disminuir o desacreditar oponentes e implantar propaganda encubierta.
La Operación Quito comenzó a organizarse a partir de 2008 y ya estaba casi lista en 2009. La misma “incluye operaciones encubiertas en redes sociales, intervención de comunicaciones militares y de seguridad”, con el objetivo de “estar informados acerca de los planes de Argentina respecto de las Islas Malvinas e influir en la opinión pública”.
Según los documentos, las actividades de Inteligencia británicas no terminaban en Argentina sino que también había preocupación por el apoyo creciente de otros países de la región. “La GCHQ ha trabajado por debajo de las expectativas en Brasil, mientras hay crecientes preocupaciones de que las actitudes sudamericanas con respecto a Malvinas están cambiando y ubicándose detrás de la iniciativa argentina”, detalla uno de los archivos. Además, se informa sobre negociaciones con Chile para que deje de apoyar el reclamo argentino: “Una futura visita ministerial a Chile va a proveer una oportunidad para contrarrestar esta tendencia y nuestra Oficina de Asuntos Extranjeros está a la espera de consejos”.
Las autoridades de inteligencia dejaron en claro que su preocupación no pasa por posibles apariciones de células terroristas o la repetición de atentados. “Dos de las actuales misiones del Departamento Resto del Mundo son lograr un cambio de régimen en Zimbabwe, desacreditando el actual, y prevenir que Argentina recupere las islas Malvinas utilizando la manipulación de la Inteligencia humana a través de las redes sociales”, revelan los textos.
Fuente: Página 12