¿Quién fue Óscar Arnulfo Romero?
El funeral de Romero, en 1980, fue objeto de ataques con bombas y disparos que terminaron con la vida de 40 personas.
El papa Francisco firmó el 23 de mayo de 2015 el decreto para la beatificación del arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980.
Óscar Arnulfo Romero nació en El Salvador el 15 de agosto 1917, en la Ciudad Barrios departamento de San Miguel (este). Su familia, de origen humilde y modesta, estaba constituida por su padre, Santos, su madre, Guadalupe, y sus siete hermanos.
El beato monseñor Romero se caracterizó por ser un siempre incansable luchador de los derechos humanos.
Romero abrió las puertas de la Iglesia a los campesinos desplazados y condenó la represión del Ejército durante la guerra civil salvadoreña (1980-1982). A lo largo de su vida se encargó de denunciar la violencia militar y fue asesinado para callar su voz en pro de esta lucha.
Vivió en el colegio Pío latinoamericano (casa que alberga a estudiantes de Latinoamérica), hasta que el 4 de abril de 1942 fue ordenado sacerdote con tan solo 24 años de edad.
Arnulfo Romero regresó a El Salvador en 1943 como párroco de la ciudad de Anamorós en La Unión (este); después fue enviado a la ciudad de San Miguel donde sirvió como párroco en la Catedral de Nuestra Señora de La Paz y como secretario del Obispo diocesano monseñor Miguel Ángel Machado.
Posteriormente, fue nombrado secretario de la Conferencia Episcopal de El Salvador en 1968. El 21 de abril de 1970, el papa Pablo VI lo designó Obispo Auxiliar de San Salvador, recibiendo la consagración episcopal el 21 de junio de 1970.
El 10 de febrero de 1977, en una entrevista que le realizó un periódico local, el Arzobispo designado afirmó que:
«El gobierno no debe tomar al sacerdote que se pronuncia por la justicia social como un político o elemento subversivo, cuando éste está cumpliendo su misión en la política de bien común».
Monseñor Romero luchó siempre en pro de los derechos humanos de lo más pobres. Durante sus homilías denunciaba los atropellos contra los derechos de los campesinos, de los obreros y de los sacerdotes.
Los primeros conflictos de Monseñor Romero surgieron a raíz de su oposición a los sectores económicos del país, sector que junto a la estructura gubernamental salvadoreña, alimentaba la escalada de violencia institucional.
A raíz de sus reiteradas denuncias comenzó ser objeto de una campaña de descrédito contra su ministerio arzobispal, su opción pastoral y su personalidad misma. A través de la prensa escrita era insultado y calumniado.
El domingo 23 de marzo de 1980 el Monseñor Romero pronunció su última homilía, la cual fue considerada como una sentencia de muerte debido a la fuerte denuncia que realizó.
“En nombre de Dios y de este pueblo sufrido… les pido, les ruego, les ordeno en nombre de Dios, cese la represión”, urgió.
Un día después, el 24 de marzo, Monseñor Óscar Arnulfo Romero fue asesinado con un disparo, mientras oficiaba la Eucaristía en la Capilla del Hospital La Divina Providencia.
Murió a manos de un francotirador que formaba parte de los escuadrones de la muerte de ultraderecha, financiada por la Agencia Central Estadounidense (CIA, por su sigla en inglés).
Fue enterrado el 30 de marzo y sus funerales fueron una manifestación popular de compañía, a la que acudieron sus queridos campesinos, las viejecitas de los cantones y los obreros de la ciudad.
2La palabra queda y ese es el gran consuelo del que predica. Mi voz desaparecerá pero mi palabra, que es Cristo quedará en los corazones que la hayan querido recoger» (1978).
El camino hacia la canonización de Romero
El 13 de mayo de 2015 el Monseñor Romero fue beatificado por el papa Francisco, al reconocerse que fue asesinado «in odium fidei» (en odio por su fe) mientras oficiaba una misa.
La beatificación del Monseñor Romero representó un acto de justicia no solo para la comunidad católica, sino para todos los salvadoreños, debido a que se reivindicó la memoria histórica del país.
Durante años la causa de beatificación estuvo bloqueada, por temor a una asociación con la teología de la liberación —un movimiento al que Romero nunca perteneció-, la que aboga por dar prioridad a la atención a los pobres.
Este miércoles, durante una reunión con los cardenales, el papa Francisco firmó los decretos que permiten la pronta canonización de Romero.
Estos decretos reconocen el milagro atribuido a la intercesión de monseñor Romero, el cual fue la curación de un cáncer incurable de una persona sin una explicación médica.
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