Cuando la municipalidad aún no ha terminado de instalar el letrero con la palabra Necochea que instaló sobre una barranca frente al mar entre la ex concesión Sotavento y el balneario Sahara, la tormenta reveló el por qué las advertencias de los ambientalistas: el agua precipitada en el sector socavó parte del suelo a pocos metros de la instalación de la plataforma de hormigón y amenaza con arrastrar roda la estructura.
Sucede que a pesar de las advertencias de los ambientalistas con respecto a la instalación de plataformas de hormigón en un terreno tan cambiante como es el frente costero, la Comuna llevó adelante la obra desoyendo las leyes provinciales y las normas que establecen la prohibición de construcciones permanentes tan cerca de la costa.
Literalmente la primer tormenta fuerte desde que la Comuna enseñara su obra ya amenaza con socavar sus cimientos y mal lograrla. Las imágenes fueron publicadas por un vecino activista de la agrupación Compromiso Costero, Carlos «Pino» Mancino, quien a modo de epígrafe, escribió antes de publicar las imágenes: «Miren Señores funcionarios!!! Cuando quieran hacer algo en la costa consulten a especialistas!!! O se creen que nuestra costa es igual a la de Las Grutas o las de Neuquén Capital?»
Si bien las agrupaciones ambientalistas intentaron explicar a las autoridades municipales que la instalación de plataformas de hormigón sobre espacios que corresponden a dunas frontales podían presentar problemas, tal como los que se ven, por ejemplo, en las escaleras que se instalaron para bajar a la playa en el estacionamiento del ex Sotavento, la Comuna hizo oídos sordos y presentó los letreros con clara intención proselitista y sin hacer consideraciones reales sobre el daño ambiental ocasionado.
El resultado está a la vista y con esta primera muestra se obtuvo una proyección de lo rápido que podría terminar el mirador instalado por no realizarse los estudios correspondientes, con un gasto que podría ir a parar a la basura más temprano que tarde.
La gestión Rojas sigue sin hacer pie con las iniciativas presentadas a lo largo de su mandato: las construcciones permitidas en la línea costera han generado el repudio de las orgaqnizaciones ambientalistas de la misma manera que lo hizo la destrucción de parte de la ribera frente a la Sociedad Española para una obra que lleva meses paralizada, el desmonte compulsivo de pastizales nativos en el camino a las cascadas o las múltiples facilidades que ha otorgado a concesiones en el Parque Miguel Lillo pasando por encima cualquier normativa que ha obligado a los ambientalistas a recurrir a la Justicia para que la Comuna cumpla con la ley.
Diario 4V
Publicado en lanuevacomuna.com