Todo terminó como un voto cantado
Los casos curiosos, algunos cómicos, y anécdotas que se generan en las mesas en el momento que los ciudadanos se acercan a votar y también durante el escrutinio, trascienden más allá del lugar y perduran en la memoria de quienes fueron testigos o partícipes de esas situaciones.
El domingo pasado en la mesa Nº 2 de “extranjeros” ubicada en el Centro Cívico se produjo un hecho que merece ser destacado por la particularidad del caso.
Una señora de nacionalidad española luego de entrar al cuarto oscuro y tras unos segundos sale y advierte a las autoridades de mesa que no se encontraba la boleta que deseaba poner en el sobre.
Ante esto, el presidente y acompañantes de mesa ingresan al cuarto oscuro verificando que la boleta faltante era la del candidato del Pro, en tanto, por la ausencia de fiscales de ese partido, nadie iba a reponer la boleta en cuestión.
La señora insistiendo en que no votaba si no se reponían las boletas, recurrió a su marido que la esperaba a metros, quien por medio de su celular se comunicó con gente del Pro advirtiendo de la irregular situación. Luego de varios minutos se acercaron adherentes al Pro con la boleta que encabezaba Leonardo Ruggiero.
Mientras la obstinada vecina española esperaba a un costado, y su documento estaba en manos de los encargados de mesa, un fiscal general de otra agrupación política que se encontraba presente, muy amablemente le dijo que pusiera en la urna cualquiera de las otras boletas, para no detener el ritmo de la votación.
Ante la insistencia que no lo haría por otro partido político, el presidente dispuso que ingresaran al cuarto oscuro quienes estaban detrás en la fila, para cumplir cada uno con su voto.
Resumiendo: reprochable la actitud del fiscal general que induce a votar por el solo hecho de votar. Inaceptable la postura de las autoridades de mesa que continuaron con el acto eleccionario sin que estuvieran en el cuarto oscuro las 12 boletas que participaron de las PASO en nuestra ciudad. Todo terminó como un voto cantado.
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