«Son demasiado grandes para mí, aquí entran 300 personas».
Continuando con su perfil austero, el flamante Papa consideró exageradamente amplio el departamento asignado. No definió si lo ocupará
El nuevo Papa argentino retiró los sellos que clausuraron los apartamentos pontificios en la noche del 28 de febrero, cuando Benedicto XVI dejó de ser el obispo de Roma y comenzó la sede vacante que concluyó el miércoles.
Francisco entró después en los amplios espacios del tercer piso del Palacio Apostólico y comentó de inmediato: «Son demasiado grandes para mí, aquí entran 300 personas».
Así dio otra demostración de su estilo austero. Los aposentos están siendo reestructurados y pintados, según consignó el diario Clarín.
Hasta ahora, el nuevo Papa no ha dado disposiciones y se ignora qué quiere hacer con los lugares «demasiado grandes», donde funciona también el estudio pontificio, el sitio de trabajo del Papa. Pero ya dio una señal y otra sorpresa puede estar en camino.
Tras concluir el Cónclave, Francisco vive en la Casa de Santa Marta, el hotel interno del Vaticano, donde 115 cardenales electores se alojaron durante el Cónclave. Al Papa le han asignado la mejor suite, la 201. Pero Bergoglio también utiliza la Casa de Santa Marta como sede de su despacho y allí recibirá mañana en audiencia a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Por otra parte, ayer el Papa argentino confirmó provisoriamente en sus cargos a los altos cargos de la Curia Romana, el gobierno central de la Iglesia. Un comunicado del Vaticano señaló que «el Santo Padre quiere reservarse tiempo antes de nombrar o confirmar nuevos cargos».
La Curia en el centro de las luchas por el poder y los escándalos que han llevado a una crisis muy seria de la Iglesia que contribuyó a la decisión de Benedicto XVI de renunciar, pues a la amargura y la impotencia frente los abiertos conflictos de las facciones en lucha se sumaron al debilitamiento de las fuerzas del anciano pontífice.
El comunicado del Vaticano indicó que «el santo padre Francisco expresó su voluntad de que los jefes y los miembros de los dicasterios de la Curia, así como los secretarios y también el presidente de la Comisión Pontificio del Estado Ciudad del Vaticano, prosigan provisionalmente en sus respectivos cargos, hasta que se disponga lo contrario.
