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OPINION: «TARIFAZO, ¿DE QUE SE TRATA?» por ANIBAL «CALI» DEL PRADO

«No hay solución sin revertir los efectos del proceso privatizador de los ’90»
«Argentina necesita volver a integrar su sistema energético bajo control estatal para capturar en manos públicas la renta existente y canalizarla hacia el desarrollo económico y energético del país».


Desde hace años, por una errónea política energética, se les viene reconociendo una importante renta extraordinaria a los productores de petróleo y gas.
Cierta peregrina teoría sobre el funcionamiento del sistema, decía que de esa manera realizarían las inversiones tan necesarias para nuestro país.
El gobierno anterior sostenía esta Renta Extraordinaria con el subsidio estatal, amortiguando el impacto sobre los usuarios.
Frente a la decisión de eliminar subsidios, en el marco de una política típicamente liberal, de reducción del gasto público, la responsabilidad de sostener esa renta se trasladó a los consumidores, tanto hogares como sectores productivos.
No es independiente del tarifazo que las petroleras estén recibiendo un precio por el barril que asciende a 70 dólares, cuando el costo de extracción en la Argentina es de 14 dólares y el precio del barril en el resto del mundo ronda los 45 dólares.
Además, tampoco se puede obviar, que el millón de BTU (unidad inglesa de medida del gas) supere los 7 dólares , cuando el costo de producción local es de 1,9 dólares y en el mercado norteamericano asciende a 2,8 dólares.
Estos incrementos en el precio del gas en boca de pozo lo pagan todos los usuarios: los residenciales, los industriales y comerciales, y también las usinas eléctricas, con lo cual se traslada también al precio de la electricidad, aumentando su costo para los usuarios.
El monto aproximado de la transferencia de renta de todos los usuarios argentinos a las empresas petroleras por este motivo es de 2.800 millones de dólares por año.
La facturación anual de los productores de gas era de 4.000 millones de dólares, con el aumento subirá a 6.800 millones de dólares.
Más allá de no tener ninguna justificación, esta transferencia a las empresas petroleras se realiza sin ningún tipo de contraprestación: no se exige el mantenimiento de puestos de trabajo del personal de las empresas ni se exige ninguna inversión de las que se necesitan y que son EL PRETEXTO PARA APLICAR EL INCREMENTO.
Finalmente, el planteo que pretende explicar la crisis energética por el consumo irresponsable (en remera y en patas) derivado de las tarifas bajas, y la falta de inversión por problemas de rentabilidad empresaria, es absolutamente falso. Elude hablar de las causas reales:
Una de ellas, la estrategia irresponsable de Argentina exportadora de gas y petróleo propia de los años 90 y el comportamiento rentístico y depredador del principal actor privado del sistema (Repsol)
Dicho de otra manera, los subsidios engordaron las ganancias empresarias preservando los efectos sobre los consumidores. Pero los subsidios eran recibidos por las empresas y nunca los transformaron en inversión, contando para ello con la pasividad/complicidad de los organismos reguladores.
Con el tarifazo, el objetivo es que la renta salga de los consumidores, pero siempre sin discutirse el tema de la falta de inversión en el sistema.
La otra cuestión que pareciera que nadie quiere discutir es que la privatización destruyó las economías de escala de un sistema energético integrado, fragmentándolo e incrementando sus costos.
Si Gas del Estado fue reemplazada por 8 empresas , éstas son 8 unidades económicas distintas que reclaman cada una su rentabilidad, con lo que se destruye la economía de escala de una empresa integrada, la que es reemplazada por una cascada de rentabilidades que termina por encarecer de manera innecesaria la prestación del servicio.
El debate de fondo, que buena parte del sistema político elude, que el gobierno oculta por la asociación flagrante que hay entre su gabinete y las petroleras, y que parte de la oposición calla por compartir los mismos objetivos e intereses, ejerciendo la crítica según su posición en el tablero político, es que NO HAY SOLUCIÓN SIN TERMINAR CON LAS RENTAS EXTRAORDINARIAS DE EMPRESAS PETROLERAS PARASITARIAS Y SIN REVERTIR LOS EFECTOS DEL PROCESO PRIVATIZADOR DE LOS AÑOS 90.
Argentina necesita volver a integrar su sistema energético bajo control estatal para capturar en manos públicas la renta existente y canalizarla hacia el desarrollo económico y energético del país.-

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