Mientras Macri sonríe
La grave situación económica a la que Mauricio Macri ha conducido a Argentina, ya no puede ocultarse
El presidente argentino, Mauricio Macri, se dirige al mercado. “Hay un mundo que le ha abierto las puertas a la Argentina. Han sido impresionantes las muestras de apoyo. Todo este apoyo se ratificó en un acuerdo nunca v» listo con el FMI. Pero el mercado se mueve por otro lado y nos ha dicho: quiero ver si van a cumplir”, señaló el mandatario la semana anterior, en un discurso que pretendió conformar al sector empresarial
El presidente y su equipo económico irradian optimismo. Según señalan, el regreso al Fondo Monetario Internacional es “algo muy positivo”. Los medios que militan las insensateces del oficialismo, traducen la realidad al antojo del poder. La tranquilidad de la que goza el gobierno luego de soltar mentiras que ruborizarían al mismísimo Pinocho, está siendo respaldada por quienes se encargaron de transformar a Macri de empresario multi-procesado a presidente de la nación. Pero la grave situación económica a la que Mauricio Macri ha conducido a Argentina, ya no puede ocultarse. Son los medios internacionales los que ya prevén la crisis monumental que afronta Argentina. Y mientras los ministros se afanan en soltar tecnicismos sólo comprensibles para los especuladores, el ciudadano de a pie comienza a darse cuenta de la gravedad de su propia situación.
Esta semana se conoció el informe de la Universidad Católica Argentina (UCA), en el que se denuncia el aumento exponencial de la pobreza. Para el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, la suma de la crisis cambiaria, el incremento de las tarifas de servicios básicos, y la inflación, impactan en los índices de la pobreza. La pobreza ya alcanza al 48, 1 por ciento de los niños en Argentina. De ese valor se desprenden varios indicadores que marcan la carencia que están viviendo los menores desde la asunción de Mauricio Macri, en diciembre de 2015. En el caso de la alimentación, mientras un 17, 6 por ciento tiene déficit en sus comidas, un 8,5 por ciento pasó hambre durante 2017, según el último informe de Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA que, además, destaca que aumenta de manera constante la asistencia a comedores infantiles.
Mientras esto sucede, el equipo de gobierno sostiene una sonrisa que a estas alturas ya forma parte del anecdotario de los grandes momentos de la historia de la hipocresía argentina. Las calles se llenan de niños pidiendo dinero para comer, los comedores no pueden dar respuesta a la afluencia de cientos y miles de nuevos niños pobres; el desempleo suma desesperados, la quita de ayudas sociales, el incremento de precios en medicamentos, alimentos y servicios, completan el oscuro presente de millones de familias argentinas.
Macri y los suyos sonríen para la foto y ya piensan en las elecciones de 2019. Su plan neoliberal produjo en tan solo dos años y medio, un enorme retroceso. La protección mediática de la que goza comienza a agrietarse. Los medios y periodistas benefactores ya no se atreven a ocultar tanta pobreza.
Por Walter C. Medina
NUEVA TRIBUNA
PUBLICADO EN LANUEVACOMUNA.COM