Más ajuste a los que menos tienen
Desde 2015 cayó abruptamente el poder adquisitivo de los sectores vulnerables. Los más perjudicados fueron los beneficiarios de planes sociales que entre 2001 y 2018 disminuyeron un 10 por ciento su capacidad de compra. Un estudio comparativo del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) señala que los sectores que dependen de los planes sociales en 2001 podían comprar 5,28 canastas básicas con su ingreso y en 2018 sólo 4,77. Christine Lagarde, titular del FMI, felicitó a Macri por “apoyar a los más vulnerables” pero los números son contundentes.
Uno de los elementos que la actual gestión de Gobierno destaca del acuerdo con el FMI, es que la entidad habría “aprendido” de la historia reciente en torno a sus préstamos a los países subdesarrollados, y ahora aplica programas más benevolentes que contemplan el gasto social. Tal es así, que el gobierno presenta como un logro la preservación de los más desprotegidos y el FMI lo halaga por ello. “En particular, aplaudí el énfasis puesto por el equipo económico del presidente Macri en apoyar a los más vulnerables de la sociedad”, dijo la titular del organismo, Christine Lagarde, el 12 junio pasado.
Sin embargo, cuando se analiza la evolución del poder adquisitivo de los sectores de más bajos ingresos se observa un fuerte deterioro en los dos últimos años, lo que evidencia que no existe el ajuste sin costo social. Un informe reciente del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) examina que en los dos últimos años los perceptores de asignaciones, salarios mínimos y jubilaciones mínimas, vieron caer abruptamente su poder de compra.
Allí analizan el desempeño del poder adquisitivo de estos sectores y establecen una comparación con la evolución de una canasta básica compuesta por alimentos de consumo popular entre los años 2001, 2015 y 2018.
Si se compara la evolución de las asignaciones sociales específicamente, entre 2001 y 2018 se identifica la pérdida del poder adquisitivo. Mientras que en 2001 el monto del Plan Trabajar era en promedio 140 pesos (lo que en contexto de la convertibilidad equivalía a 140 dólares), en 2015 el monto era de 2600 pesos (que serían 266 dólares con el tipo de cambio a 9 pesos) y en 2018 el monto en pesos del Argentina Trabaja y Ellas Hacen es de 4800 pesos (equivalente a 160 dólares con un tipo de cambio de 30 pesos).
La canasta básica en 2001 equivalía a 26,50 dólares, a 36,70 en 2015 y a 33,6 en mayo pasado. Lo que muestra –tomando como base los pesos de 2018– un incremento promedio del 35 por ciento del valor.
Si se mide en relación a las canastas, el poder adquisitivo de asignaciones sociales, jubilación y salario mínimo muestran una sensible caída en la actual gestión económica. En el caso de las ayudas sociales, en 2001 se podían adquirir 5,28 canastas con un Plan Trabajar, en 2015 7,27 canastas, y en 2018 sólo se podían comprar 4,77. Con respecto al salario mínimo en 2001 se podían adquirir 7,55 canastas, en 2015 se produce un fuerte incremento a 15,62 canastas y en 2018 vuelve a bajar a 9,43. Por último, con respecto a la jubilación mínima, en 2001 se podían adquirir 5,66 canastas, en 2015 se incrementa a 12,01 canastas y en 2018 vuelve a caer en 8,04.
Así, la importante caída del poder adquisitivo de jubilaciones mínimas, salarios mínimos y asignaciones sociales de los dos últimos años evidencian que no hay ajuste sin costo social. Las condicionalidades que vienen de la mano con el FMI, tal como puede corroborarse en otros países del mundo –como el caso de Grecia que resulta paradigmático– suponen un impacto directo sobre los sectores de menores ingresos.
Por DÉBORA ASCENCIO
NUESTRAS VOCES
PUBLICADO EN LANUEVACOMUNA.COM
