
LA REALIDAD DE NECOCHEA
Por Julio Magnaterra. Opinión.
Probablemente, no más allá del mes de abril se resuelva este «limbo» institucional que atraviesa el distrito, con el intendente políticamente destituido y jurídicamente no (por lo menos hasta que la Suprema Corte de Justicia bonaerense se expida).
El expediente Nº 504/12 (compra del Arco en C para el Hospital Municipal «Dr. Emilio Ferreyra») constituyó el envión del enjuiciamiento, no sólo por parte del HCD, sino además, lo afirma el Honorable Tribunal de Cuentas de la Provincia, el cual detectó 23 faltas en su tratamiento.
La decisión de no abonar el último mes de haberes de la administración anterior, incluido el propio ex intendente y sus funcionarios, se convirtió en otra de las faltas graves. ¿Qué necesidad hubo de no pagar esos sueldos? Un sin sentido que, como un boomerang, volvió en contra de quienes lo dispusieron.
A esto deben agregarse las demás faltas graves que la Comisión Investigadora endosó al gobierno en su dictamen.
Del lado del cuerpo legislativo se tiene la certeza de que la Justicia bonaerense avalará lo actuado, porque todo se ajusta a derecho. Entienden, por otra parte, que la defensa presentada por el intendente es solo un conjunto de dietribas y ofensas a los concejales.
Ahora bien, la asesoría legal del profesor gobernante endilga graves errores a la medida destitutoria… aunque sus expectativas están puestas en un nombre y apellido: Alejandro Issin, presidente de la Comisión Investigadora; de quien, afirman, es incompatible su condición de edil con su cargo de gerente del principal concesionario municipal: la UPC.
Este asunto es clave. Si se inhabilita a Issin, del oficialismo dirán: ¡Marche monumento a Andrea Perestiuk! Que luego de haber votado la suspensión, se abstuvo en la destitución y eso significaría la caída, no de Tellechea, sino de la medida que lo destituyó.
Quien escribe esta columna desconoce lo que decidirá el Supremo Tribunal. Lo que creo es que si los integrantes de este organismo son reconocidos como académicos y muy serios en sus funciones, por las partes en conflicto es de desear que una vez conocido el fallo mantengan esa misma opinión.
Más allá de estas instancias, son innegables los errores políticos del profesor Horacio Tellechea: subestimó al Concejo Deliberante; no ha logrado concretar la mayoría de las promesas de campaña, razón principal del voto que lo ungió; el festival de imitadores de Sandro, la plantación de rosas y otros son las frutillas de este sabroso postre.
Aún así, debe reconocerse en él su altísima fortaleza política en cuanto a su decisión de conservar el poder, algo absolutamente necesario para cualquier político que se precie de tal… y este hombre lo ha demostrado. Solo estando en sus zapatos se puede dimensionar su entereza para afrontar las críticas justificadas, pero más que eso, soportar las injusticias humillantes como la famosa «Pelopincho» que él mismo armó junto a los vecinos, que la recibieron con un gran entusiasmo.
Pero, lamentablemente, fue bastardeado debido a la «guerra política» que trasciende a la vecindad e injustamente fue blanco de todo tipo de «barrabasadas» mediáticas. Dicen por ahí que es mejor que no vayan a Ramón Santamarina quienes ofendieron a Horacio (así lo nombran allá) por esto.
Para agregar, solo debo escribir que según una seria encuesta, indica que el jefe comunal es hoy el hombre más votado entre los dirigentes del Frente para la Victoria. No es un dato menor.
En fin, Necochea está pasando una realidad compleja, «como un alma en pena» no avanza, está institucionalmente paralizada, una suerte de «sí pero no». Esto no es bueno, yo diría es muy malo… para colmo, la solución no depende de la ciudad. Mas impotencia, imposible.