Sin chicanas
No soy oligarca, no soy de los que creen en un Estado ausente, todo lo contrario, quiero un Estado fuerte, eficiente y pequeño.
Me gusta la movilidad social ascendente, soy producto de la escuela pública, colegio público (el «Nacional») y universidad pública.
Creo en la educación pública y la prefiero a la privada, pero con calidad, puestos concursados y permanente actualización. Buenos sueldos y seguridad social para todos los docentes.
Quiero una actividad privada eficiente, exportadora, integrada al mundo, generadora de verdaderos puestos de trabajo.
Creo en el capitalismo como forma comprobada de países exitosos, pero con un Estado que marque las políticas y las controle.
Quiero seguridad desde el Estado, quiero salud pública mixta, privada y estatal de igual categoría e interactuando entre ellas.
Detesto el populismo y el patrioterismo como forma movilizadora de masas, que explota el motor más perverso y siniestro: el resentimiento.
Quiero justicia independiente, castigo a la corrupción desde cualquier fuerza política, puestos úblicos obtenidos por concurso de antecedentes y oposición, hasta que pasemos este infierno que vivimos desde el año ´30, asistencia social a los más necesitados pero con educación concomitante.
Las herramientas de política de Estado con continuidad.
En síntesis, algo parecido a los países escandinavos, a Gran Bretaña, a Canadá, a Nueva Zelanda y Australia, que no son perfectos pero son lo mejor por ahora.
Simple y sin caer en lo cursi.
Gastón Fernández Palma. Médido y productor agropecuario