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OPINION: «GOBERNAR ES BRINDAR SEGURIDAD» por RICARDO CALCABRINI

Seguridad: el nuevo paradigma.

La inercia es una fuerza bestial a la que sólo vence la determinación y el pensamiento estratégico
Para Ecos Diarios – Por Ricardo Calcabrini *
Repasando la historia patria, es posible visualizar los distintos paradigmas que la fueron acompañando en  sus distintas etapas.
Juan B. Alberdi nos marcó con su «…gobernar es poblar…», que tuvo un sentido bastante más complejo de lo que la cita común le confirió. Según el propio Alberdi: «Gobernar es poblar en el sentido que poblar es educar, mejorar, civilizar, enriquecer y engrandecer espontánea y rápidamente…, fortalecer y afirmar la libertad del país, dándole la inteligencia y la costumbre de su propio gobierno y los medios para ejercerlo».
Más tarde, la concepción pedagógica de tipo social, pergeñada por Sarmiento, nutrieron un nuevo (o, tal vez, completaron el anterior) paradigma nacional plasmado en su idea de gobierno: «Hay  que educar al soberano». La redención del pueblo por medio de la educación.
Fue el peronismo, cien años después, quién plantea un nuevo desafío para los tiempos por venir. Había realizado la incorporación masiva al mercado del consumo de los sectores populares y ese ingreso significó, también, la necesidad de un desarrollo sustentable del modelo. Por lo tanto, y tal como lo declaró el propio Perón: «…gobernar es crear trabajo…». 
» En la nueva Argentina – se explicitaba- el trabajo es un derecho que crea la dignidad del hombre; y es un deber porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume»
Es decir, en cada momento histórico, gobernantes e intelectuales  reflexionaron y trataron de interpretar necesidades y expectativas inherentes a la etapa social, política y cultural por la que tenían que atravesar.
A ninguno de los mentados –en ésta más que sucinta enumeración realizada únicamente con el espíritu de prologar el tema-, le fue sencillo poner en acto sus ideas y pensamientos. La inercia es una fuerza bestial a la que sólo vence la determinación y el pensamiento estratégico.
 
Gobernar es brindar seguridad
 ¿Cuál es el paradigma que  marca las necesidades y expectativas actuales?
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que, en este tiempo, gobernar es brindar seguridad.
La percepción  de la ineficiencia y muchas veces de la inacción pública causa una gran irritación y todo ello se canaliza cuando aparece un catalizador. Determinados crímenes (v.g. caso Cañuelas) han operado como disparadores para la generación de una corriente de opinión e, incluso, para la movilización espontánea de ciudadanos que raramente participan de concentraciones sociales.
En el contexto de la obligaciones primordiales del Estado y en procura del bienestar general de la población, en la actualidad resulta prioritaria la demanda de seguridad ciudadana y de paz social, logro que debería encararse mediante sólidas respuestas a través de los distintos niveles de prevención y condena.
Ahora bien, cuando hablamos de seguridad, debemos hacerlo  en un sentido integral, si se quiere, alberdiano: para que exista seguridad se requiere integración, y la integración precisa, como punto de partida, de la educación y el trabajo.
 
«Indice de reincidencia»
Un ejemplo esclarecedor: El Servicio Penitenciario Bonaerense, ha realizado una medición a la que llamaron «índice de reincidencia» que consiste en estudiar el número de internos que vuelven a delinquir una vez obtenida la libertad. El citado «índice» es medido de acuerdo a la capacitación, trabajo y educación recibida por el interno durante su permanencia. El resultado es sorprendente, de aquellos internos que no recibieron ningún tipo de estudio ni capacitación laboral, el 95% reincidió. Entre los que realizaron la escuela primaria o secundaria; reincidió el 50%. De los que recibieron capacitación laboral, reincidió el 25% y, finalmente, de aquellos que realizaron capacitación terciaria o universitaria, reincidió sólo el 5%. Corolario: más cerca de la capacitación, más lejos del delito.   
Nos animamos a decir, entonces, que los tres paradigmas anteriores se resumen en uno marcando el tiempo actual de la historia.
Es menester gobernar para la seguridad, porque la seguridad es una necesidad objetiva de la comunidad. Caso contrario puede ocurrir lo que afirma Etham Kapstein, citado por Torcuato Di Tella en su Diccionario del Político Exquisito «…los dirigentes deberían encarar los fracasos y actuar en consecuencia. Si no, hay otros esperando detrás de la escena que lo harán quizás en condiciones menos agradables».
Educar, integrar, preparar en oficios, hacer el esfuerzo por crear hombres situados, es decir, encarar la situación ex ante, es la única forma de modificar éste dramático ex post.  
 
*Licenciado en Ciencia Política. Concejal por el Frente para la Victoria
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