Hemos llegado a una nueva etapa de la batalla cultural.
Es tiempo de recomposición, de diálogo entre los que estamos enfrentados por una premisa falsa. Es hora de charlar con los que votaron engañados al gobierno neoliberal y que ya empiezan a darse cuenta de que los han estafado.
Y por todas partes nos encontramos con el mismo problema: que “con ellos no se puede hablar”, que “solo repiten lo que ven en televisión y no escuchan”, que “no son permeables a la argumentación”. Claro que todo esto es cierto para muchos de los que siguen bancando a Macri. Son zombies, o bien lorizombies, porque repiten como cotorras y tienen el comportamiento autómata del muerto vivo.
Pero no todos son así. De aquel lado hay muchos que genuinamente han sido estafados y ya empiezan a percibirlo, porque no tienen el cerebro quemado por el paco que venden en los medios. Entre aquello que solemos ver como una masa homogénea de individuos absolutamente cooptados por el discurso dominante hay muchos que no lo están. Y es con ellos que debemos entablar una conversación franca y honesta. A calzón quitado, como dicen en el barrio.
No necesitamos resucitar a los lorizombies. Algunos individuos ya no son recuperables para el normal ejercicio de la ciudadanía, ya están perdidos para siempre entre el resentimiento y el odio impuesto por el discurso del poderoso.
Pero no tenemos que perder el tiempo con estos: hay que hablar con los que están sanos y realmente quieren lo mejor para el conjunto más allá de lo que les dicen en Clarín, en TN y en Canal 13. Hay que ir a buscar al que entra en razón, hacerle entender que es víctima de una estafa y de que todavía está a tiempo de reclamar justicia.
Solo necesitamos recuperar al 10% o al 15% de todos los que votaron al gobierno neoliberal. Si logramos esto ya habremos cambiado la relación de fuerzas y estaremos en condiciones de reconstruir el gobierno popular. Esta es la batalla cultural de la hora. No es tarea sencilla, pero se puede hacer. Y cada uno de nosotros es responsable de ella. Somos todos soldados al rescate de nuestros compatriotas que hoy son rehenes del poder que nos oprime.
LA BATALLA CULTURAL