
¡AYER, HOY! … ¿Y MAÑANA?
Como simple ciudadano, sencillo aprendiz y alumno de lo diario, me introduzco con temor y aprehensión en la máquina del tiempo. Marco un año y un mes … 1855, marzo. Aparezco en una biblioteca-estudio y descubro a un enjuto personaje escribiendo este texto. Reitero; 158 años atrás, nada más ni nada menos. Algunas imágines fantasmales me indican que lleve las palabras a mi tiempo y que luego de ello, me asombraré de su actualidad. Eso hice y me encontré con esta expresión de marzo de 1855.
«Los medios de protección que la Constitución nos proporciona, son la libertad, los derechos y las recompensas conciliables con dicha libertad. Los argentinos hemos sido ociosos por derecho y holgazanes legalmente. Algunas veces; demasiadas; se nos alentó a consumir sin producir. Muchas de nuestras ciudades son escuelas de vagancia de quienes después se desparraman por el territorio luego de haberse educado entre la liviandad, las fiestas, los desórdenes, la jarana y la disipación. Nuestro pueblo no carece de posibilidad de alimentación sino de educación y por eso tenemos pauperismo mental y facilismo en el hacer.
En realidad, nuestro pueblo se muere por hambre de instrucción, de sed de saber, de pobreza de conocimientos prácticos y de ignorancia en el arte de hacer bien las cosas y exigirse en la búsqueda de la excelencia. Muchos de los nuestros quieren pan sin trabajo, desean vivir del «maná» del estado y eso les mantiene desnudos, ignorantes y esclavos de su propia condición. El origen de la riqueza son el trabajo, la producción y el capital. No cabe duda que la holgazanería es el manantial de la miseria.
La vagancia; cuando se hace común; es la gran enemiga del pueblo. La holgazanería es infame. Ella engendra la miseria y el atraso mental de los cuales surgen los tiranos y las confrontaciones entre hermanos; que serían imposibles en medio del progreso y la mejora del pueblo».
Este personaje, del cual adapté algunos términos para que se entendiera bien su mensaje conceptual, se llamó JUAN BAUTISTA ALBERDI. Hoy, tal vez sería tildado de fascista y oligarca por algunos energúmenos. Ayer escribió entre otras cosas las BASES de nuestra CONSTITUCIÓN.
¿Aprendimos algo?. Nuestros dirigentes, oficialistas u opositores ¿comprendieron algo?.
¿Hay paralelismos puestos en evidencia por el túnel del tiempo?.
En última instancia les transmito una frase de otro genio, Albert Einstein; «La existencia es peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por toda la gente que se sienta a ver lo que pasa».
GUILLERMO STURLA