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OPINION: ARTURO ILLIA, UN CIUDADANO por ALBERTO ESNAOLA

Arturo Illia, un ciudadano

Un hombre que comprende y se compromete con su tiempo, sin duda más allá de yerros y contradicciones, es alguien que no deja que otra le construya su vida, en todo caso es parte de una construcción colectiva que también él modela.-

El 23 de noviembre de 1977 un terremoto asoló la sencilla y castigada ciudad de Caucete en San Juan. Sin cámaras de televisión, sin aparato partidario, sin aplaudidores y con un pequeñísimo patrimonio luego de pasar por la Presidencia de la Nación, entre octubre de 1963 y el aciago 28 de junio de 1966, un médico de pasado reformista y convicción radical bajó del micro que lo traía desde Cruz del Eje, para ponerse a disposición del Director del Hospital de la ciudad de Caucete y así utilizar su profesión en favor de aquellos que estaban lastimados por el terremoto.-

Rápido corrió la noticia entre los radicales de esa ciudad y en comitiva fueron a buscar a Don Arturo. Lo encontraron con un guardapolvo blanco y asistiendo a los heridos, cuando le preguntaron porqué no había avisado que venía, él respondió que llegó como médico para asistir a sus compatriotas y que no lo había hecho en su carácter de militante radical.-

Así trabajó dos días, hasta que una vez que consideró concluida su labor profesional, sí se juntó con sus correligionarios, con quienes no sólo habló e hizo docencia política, sino que con su ejemplo marcó un camino. Luego tomó su maletín y se subió nuevamente a un micro de línea para volver a Cruz del Eje.-

Illia no actuaba de este modo sólo porque era una buena persona, o porque estaba en campaña para su Partido o quería elevar su imagen, el Dr. Illia era un profundo Krausista, tenía una sólida formación filosófica y era un humanista, porque comprendía su tiempo, porque estaba comprometido con su País y porque creía en el hombre; por eso lo hacía.-

Cada vez que se rememora la figura de Illia se hace desde el profundo cariño y se lo señala como un hombre bueno y sencillo, que obviamente lo era, pero poco se señala su fuerte formación intelectual.-

Illia estuvo y se formó en Europa en los convulsionados años 30 del siglo veinte, vio el ascenso del nazismo y la caída de la República de Weimar, en donde cultivó su formación socialdemócrata.-

De su obra de gobierno mucho y bien se habla ahora, aunque en su tiempo no se la haya valorado. Quienes vemos esos días con visión histórica por no haberlos vivenciado, y en mi caso particular, fue la gran opción perdida. Una más que nuestro bendito país no ha dado.-

Sin embargo poco se dice que el Gobierno radical de Arturo Illia tuvo como premisa liminar, recuperar el valor de la palabra, condición necesaria para consolidar una democracia moderna.-

Fue por eso que puso particular empeño en dar de baja los humillantes contratos petroleros que afectaban la soberanía nacional, al igual que la ley de medicamentes de su Ministro de Salud Oñativia.-

Pero los intereses que estaban detrás no solo fueron ariete para darle el golpe de estado y echarlo de la presidencia, también han pretendido contar la historia y reducirlo a hombre simple.-

En ese cuento Illia es sólo un hombre bueno, y quien tiene talla de estadista fue quien rompió por primera vez en nuestro país con el contrato electoral, Arturo Frondizi, de quien el Gobierno de Illia se diferenció desde el primer día.-

Es por eso que desde mediados de los 80 es común escuchar de lo malo que fue nulificar los contratos petroleros de Frondizi, cuando esa decisión es parte del patrimonio de las mejores causas del pueblo argentino.-

Rabia e indignación debería darnos a todos, cuando algunos en nombre de pensamientos «presuntamente modernos» pretenden que nos quedemos con el Illia austero.-

Austero, sencillo, bueno y simple fue por profunda convicción y formación, y por la humildad que verdaderamente tienen las personalidades de almas nobles. El Presidente Illia, fue una de ellas.-

Las generaciones radicales que no pudimos conocerlo tenemos la obligación de bucear en algo más que reivindicar su acción de gobierno, que también es necesario hacerlo, pero mucho más es entender a Illia como un cuadro político que deja con la fuerza de los hechos el norte que debemos aspirar todos aquellos que pretendemos honrar la memoria no sólo de Arturo Illia, sino también de Alem, Yrigoyen, Lebenshon, Ricardo Rojas, Larralde, Balbín, Raúl Alfonsín y tantos otros anónimos pero parte esencial dela Unión Cívica Radical.-

Arturo Umberto Illia, murió un 18 de enero en Córdoba con menos patrimonio que cuando nació pero no pobre.-

Un ciudadano que decidió ser parte de la construcción de su época, dejo huella, capital político para las generaciones futuras de su partido y una marca en todos aquellos que lo conocieron.-

En tiempos como los que estamos viviendo se hace necesario mujeres y hombres buenos, austeros, sencillos, tolerantes, con formación intelectual, filosófica, con profundas convicciones, y no artistas para las cámaras.-

 

Dr. Alberto Esnaola

 

 

 

 

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