Nuevos y alarmantes datos sobre la pobreza en Argentina
Las consecuencias del proceso neoliberal que experimenta argentina desde la asunción de Mauricio Macri, ya se materializan en el nuevo informe publicado el pasado jueves por la Universidad Católica Argentina (UCA): “La pobreza ya trepa al 33 por ciento y uno de cada 10 argentinos es indigente”.
La devaluación, los tarifazos y los despidos son los causantes del empeoramiento de las condiciones sociales de millones de argentinos. Un cuarto de la población argentina se encuentra en situación de postergación económica, y la indigencia afecta a uno de cada diez argentinos. El informe de la UCA reveló además que el 62% de los hogares del país sufre al menos una carencia, mientras que el 38,5% dos o más.
En esta nueva serie de estudios denominados «Agenda para la equidad» que extiende la investigación de las «Deudas sociales» al período 2017-2025 se detalla que durante el tercer trimestre de 2017 un 18,7 por ciento de los hogares eran pobres no indigentes y un 4,3 por ciento pobres indigentes.
En estos hogares las principales carencias pasan por el déficit en accesos educativos (34,7 por ciento), por el acceso a servicios básicos (34,1 por ciento) y a recursos de información (27,1 por ciento). Luego siguen los hogares sin afiliación al empleo registrado y al sistema de seguridad social (26,7 por ciento), y los déficit en el acceso a una vivienda digna (21,4 por ciento) y sin acceso a cobertura de salud (18,9 por ciento). La inseguridad alimentaria severa alcanza al 4,3 por ciento y esto despertó las luces de alarma entre los investigadores que realizaron el informe.
Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, advirtió que la pobreza en la Argentina «está aumentando notablemente», y sostuvo que los más afectados «son principalmente los niños». Salvia detalló además que “La pobreza aumenta y el riesgo es que las personas que habían salido de ella, vuelvan a caer». Salvia adelantó que de no modificarse el escenario, la indigencia pasaría a afectar a uno de cada diez argentinos.
NEOLIBERALISMO Y POBREZA, UNA HISTORIA REPETIDA
La nueva etapa neoliberal impulsada por el gobierno de Cambiemos, repite a rajatabla las misma metodología que dejaron como resultado un elevado número de muertes por desnutrición, y un porcentaje de pobreza que llegó al 50 por ciento de la población
La Argentina de la década de los 90 consolidó un modelo político-económico en el que primó un proyecto de desmantelamiento del sistema productivo industrial, a cambio de establecer facilidades para generar las condiciones para la acumulación de capital y la especulación financiera.
Las condiciones del proyecto neoliberal y la formación del papel del Estado dejó como efecto inmediato la profundización de la pobreza. Este panorama se mostraba peor en las provincias del interior de Argentina, a través de los indicadores de pobreza e indigencia.
Entender los orígenes y consecuencias del modelo neoliberal en la Argentina implica considerar tanto aspectos macroeconómicos como el impacto de éstos en las condiciones sociales y económicos de miles de familias e individuos. Millones de personas sufrieron transformaciones en materia de ingresos, consumo, estructura familiar y vivienda, entre otros. Las mujeres, los niños y los adolescentes fueron de los sectores más desprotegidos de este proceso neoliberal.
Las condiciones del mercado de trabajo en la Argentina de los 90 apuntaron al establecimiento de la desocupación como una variable estable. Otro fenómeno característico de este contexto fue el incremento del denominado trabajo en negro.
El marco regulador del trabajo profundizó las condiciones de precariedad de los trabajadores y se le dio lugar a una regulación que habilitó un contexto de despojo de derechos. La política llevada adelante fue la flexibilidad laboral. La finalidad de esto fue precarizar las relaciones laborales, flexibilizar los derechos de los trabajadores apuntando a elevar la productividad y reducir los costos salariales y debilitar la capacidad de negociación colectiva, descentralizando este proceso y debilitando a las organizaciones sindicales.
El Estado neoliberal actuó como un garante en la ejecución de las propuestas del mercado y en la desatención y en detrimento de la sociedad. Se ajustó a cumplir con el resguardo de los interese del libre mercado y socavó las bases de la organización colectiva de la clase trabajadora.
Las políticas de estabilización y ajuste estructural, implementadas por el Estado argentino, se centraron en una abrupta reducción del gasto público y reducción del déficit fiscal. Particularmente en las políticas de protección social y/o de garantía de derechos que afectaron las áreas más sensibles a la población, como salud, la educación y la seguridad social.
El aumento exponencial de la pobreza se transformó en un elemento de preocupación incluso para el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que también promovieron y garantizaron el nuevo modelo de políticas sociales. El Estado respetó el principio neoliberal de no intervención, y a partir de los ajustes debilitó su cobertura en el sistema de protección social, afectó seriamente la calidad en la prestación de los servicios de salud y de la educación púbica.
La nueva etapa neoliberal impulsada por el gobierno de Cambiemos, repite a rajatabla las misma metodología que dejaron como resultado un elevado número de muertes por desnutrición, y un porcentaje de pobreza que llegó al 50 por ciento de la población.
Fuente: Universidad Católica Argentina (UCA)/ Margen.org
Walter C. Medina
NUEVA TRIBUNA
PUBLICADO EN LANUEVACOMUNA.COM