Bajo la consigna «No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos. 30 mil voces, razones, presencias», una multitud de necochenses se congregaron en el Paseo de la Memoria en la Plaza Dardo Rocha para honrar a los 30.000 compañeros y compañeras detenidos y desaparecidos durante la dictadura militar.
Este domingo, la ciudad de Necochea estuvo presente en la conmemoración del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia con un conjunto de actividades durante la jornada, una importante movilización y un sentido acto.
El evento fue marcado por una emotiva carga histórica, donde se destacaron nombres que resuenan en la lucha por los derechos humanos. Entre ellos, Graciela «Chela» Sagüés, cuya memoria fue honrada con la entrega de la «Matrícula N° 30000» por parte del Colegio de Trabajadores Sociales del Distrito de Necochea, recibida con profundo respeto por familiares. Asimismo, se rindió tributo al compañero Ramallo de AJB (Judiciales), recordado con afecto y compromiso por su compañero Gerardo Peña.
En un acto marcado por la música y la expresión artística, los necochenses se unieron para interpretar el Himno Nacional Argentino, una muestra de unidad en los valores de la Patria y la Memoria.
Uno de los oradores se refirió al contexto político actual. Cali del Prado, necochense detenido-desaparecido en 1976, fue uno de los oradores que llamó a la resistencia y también a la autocrítica: «Reivindicamos la militancia de los compañeros caídos ante la llegada de esta gente a la casa de gobierno. Algo hicimos mal para que estos facinerosos estén en la Casa Rosada».

Las palabras del documento difundido resonaron con urgencia y verdad. En un contundente mensaje, se denunció el negacionismo y las políticas represivas del gobierno nacional, encabezado por Javier Milei y su vicepresidenta, Victoria Villaruel. «Estamos viviendo bajo un gobierno que directamente niega a los 30.000. Que anhela liberar a los genocidas. Que se burla incluso de los familiares, amigos y organismos de derechos humanos», enfatizaba el documento. Y añadía con dolorosa claridad: “una vez más se intenta destruir el aparato productivo, el mercado interno, para lograr un modelo de una élite cómplice con el capital extranjero”.
“Para ello no dudan en arrastrar a la pobreza a las clases medias y a la miseria y hambre a los ya sumergidos. De nada sirve recordar, ni homenajear a los miles y miles de desaparecidos y desaparecidas. A los que según opiniones, dieron la vida, o se las quitaron. Este gobierno ya está teniendo sus víctimas, por enfermedad o por hambre. Un genocidio silencioso se está empezando a producir. Debemos pararlo cuanto antes” señalaron.
La marcha que siguió la conmemoración recorrió las calles céntricas de Necochea, una demostración de fuerza y unidad en la lucha por la Memoria y la Justicia.
Se palpó un sentimiento de ansiedad, de fuerte preocupación y la necesidad de que hay que hacer algo. El llamado a la acción, por eso, resonó en cada paso de la marcha, en cada voz que recordaba y en cada corazón comprometido con la Memoria.
Porque en Necochea, el 24 de Marzo es más que una fecha en el calendario; es un recordatorio de nuestra historia, una celebración de la resistencia y un compromiso renovado con la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Documento del Acto
En estos tiempos de angustia, desazón e impotencia es cuando más nos tiene que comprometer el ejemplo de nuestras y nuestros desaparecidos. Hemos pasado muchos 24 de Marzo. Con distintos gobiernos, algunos que en nada se comprometían con los DDHH y otros que sí lo hacían. Y siempre estuvimos aquí en esta plaza.
Ahora estamos viviendo bajo un gobierno que directamente niega a los 30.000. Que anhela liberar a los genocidas. Que se burla incluso de los familiares, amigos y organismos de ddhh.
Un gobierno que atenta contra los derechos humanos universales. El derecho a la alimentación, educación, vivienda, salud, cultura, expresión… Si lo queremos sintetizar, este gobierno atenta contra el derecho a la vida de millones.
Y lo hace con el mismo fin que lo hizo la dictadura de los años setenta: implantar un plan económico de saqueo a las mayorías populares y enriquecimiento de minorías. Minorías cómplices con el desguace del territorio nacional y sus riquezas. Una vez más se intenta destruir el aparato productivo, el mercado interno, para lograr un modelo extractivista de una élite cómplice con el capital extranjero. Para ello no dudan en arrastrar a la pobreza a las clases medias y a la miseria y hambre a los ya sumergidos.
Fue necesario en los años setenta recurrir a las fuerzas represivas para aniquilar toda resistencia a ese modelo económico. Ahora se logra con otros métodos más sofisticados. Medios de comunicación con periodistas y opinadores varios, redes sociales, falsas noticias, poder judicial. No les es imprescindible usar métodos de desaparición, tortura, violación y rapiña. Logran dominar las mentes de millones que sin siquiera analizar nada, se entregan felices a sus verdugos.
Estamos ahora en una etapa que bien puede llamarse de resistencia. Con una clase política eficazmente desacreditada. Con muchos dirigentes preocupados por su solo bienestar. Pero así todo hay miles y miles de militantes populares que se organizan para resistir a este nuevo golpe de estado, disfrazado de democracia.
Gremios, organizaciones sociales, agrupaciones barriales, organismos de ddhh, representantes de la cultura y medios de información libres, entre otros, estamos resistiendo. Lentamente se le hace frente a este gobierno de los «ricos y famosos». Ricos por su constante depredación y famosos por su brutalidad y egoísmo.
Necesitamos unidad y organización del campo popular. Dejar atrás el «yo me salvo solo».
De nada sirve recordar, ni homenajear a los miles y miles de desaparecidos y desaparecidas. A los que según opiniones, dieron la vida, o se las quitaron. Este gobierno ya está teniendo sus víctimas, por enfermedad o por hambre. Un genocidio silencioso se está empezando a producir. Debemos pararlo cuanto antes.
Con fuentes de NdeN e imágenes de Oscar Roberto Pugliese, Walter Medina Villanti y Titi Monaco