«Es lo que puede ofrecer, papeles tristes y sed de boca floja…»
A veces hay cosas que no se entienden. Se la escuchó gritar durante toda la sesión pero se cuidó de no aparecer a la vista. Empuñando un megáfono, en varios momentos imponía sus cánticos soeces y bravuconadas mientras los concejales de todos los partidos intentaban fundamentar sus posturas. Incluso se vio a un alto funcionario municipal haciendole señas para que se tranquilice.
La consejera escolar Mara Pérez del Movimiento Evita (una rama del FPV) evidentemente se equivocó de recinto: en vez de hacerse oir en las sesiones del Consejo Escolar de Necochea (lugar al que poco asiste), se la pasó vociferando fuera de sí en la última sesión del Concejo Deliberante. Un triste muestrario de lo que no se compadece con una funcionaria pública.
Pérez fue elegida como Consejera Escolar en las últimas elecciones de 2011 en la misma boleta que llevaba a Horacio Tellechea como candidato a intendente. Su deslucida gestión se caracteriza por privilegiar las chicanas políticas y las cuestiones de la rosca partidaria en vez de atender los gravísimos problemas de la educación bonaerense: los alumnos de la escuela agropecuaria de Ramón Santamarina estuvieron dos semanas sin clases por un lock out de la empresa de transportes, los provedores de los comedores escolares amenazan con cortar los insumos por falta de pago y dejar sin servicio alimentario a cientos de chicos, hay más de un centenar de docentes en Necochea que no cobran sus salarios desde hace cinco meses por el caos administrativo en La Plata… Pero poco o nada de esto ocupa a la Consejera que pretende poner banca en el lugar equivocado.
En el minuto 1:13 del video se observa como una mujer emerge desde atrás (se hallaba escondida entre sus compañeros en la barra del primer piso) y lanza gruesos improperios, llegando incluso a insultar al concejal radical Alberto Esnaola, blanco predilecto de las huestes K por estas horas.
El título de este artículo hace referencia a una estrofa de una canción de los Redonditos de Ricota, la misma canción que habla de «el nuevo rock de las cavernas».
Alfredo Barros / LANUEVACOMUNA.COM
