Según informa el sitio web INFOBAE en la fecha, la presencia del Mossad (servicio de inteligencia de Israel) en la Argentina de 1960 trajo revuelo en la zona. Un documento secreto de la Policía Federal y archivos de la SIDE recientemente digitalizados reavivan una oscura trama con epicentro en Necochea. La embarcación pesquera “Felicitas”, que zarpó desde el puerto de Quequén en mayo de 1960, habría sido utilizada para evacuar a prófugos nazis tras la captura de Adolf Eichmann por el Mossad.
Una nueva serie de documentos desclasificados del Archivo General de la Nación revela un capítulo hasta ahora oculto en la historia reciente de Necochea. A pocos días del secuestro de Adolf Eichmann —uno de los principales responsables del Holocausto— agentes de inteligencia siguieron la pista de una lancha pesquera local que habría sido utilizada para trasladar a posibles criminales de guerra y colaboradores nazis.
El episodio, ocurrido en mayo de 1960, fue reconstruido por la periodista Sandra Crucianelli en un artículo publicado por Infobae, basado en documentación oficial reservada, incluyendo un memorándum de la Policía Federal y un parte interno de la SIDE.

El caso de la lancha «Felicitas»
Según el memorando fechado en julio de 1960 y firmado por el entonces Director de Coordinación Federal, Capitán de Fragata Paul A.V. Angelini, la lancha “Felicitas”, perteneciente a la flota pesquera de Necochea, zarpó del puerto de Quequén provista de víveres, combustible para 15 días y un equipo transmisor, pero sin redes ni insumos de pesca, lo que hizo sospechar que su propósito no era comercial.
El texto indica que “la lancha salió a navegar sin inconvenientes, provista de víveres y combustibles necesarios como para 15 días de navegación y sin que se llevaran los elementos que se usan habitualmente como redes de pesca”. En cambio, llevaba “amplias lonas que no se utilizan habitualmente para la actividad pesquera, además de un aparato transmisor y receptor en perfectas condiciones”.
El capitán de la embarcación, identificado como Antonio Ricci, fue visto días antes del viaje comiendo en el Hotel San Martín, junto al tripulante Esteban Alarcón y un sujeto no identificado. Se trató de una reunión poco común: “No era un sitio habitual de encuentro entre personal de embarcaciones”, aclara el memorándum, dando a entender que en esa ocasión se llevó a cabo el acuerdo que según la información, se concretó por unos 1.600.000 pesos moneda nacional, que en ese momento equivalían a 20.000 dólares. .
Además, se señala que “una persona de apellido Paleo, domiciliado en la calle 59 de Necochea, habría sido entrevistado para realizar el viaje, pero finalmente se negó”.
Presencias inquietantes y rutas sospechosas
El mismo documento menciona la presencia en Necochea de cuatro personas extranjeras, que el 24 de mayo de 1960 subieron a un camión frente a la casa de un dirigente nacionalista local, de apellido Micelli. Desde allí, se dirigieron al puerto, y esa misma noche partió la lancha.
El memorándum destaca que la salida de la embarcación fue autorizada por la subprefectura marítima, aparentemente en razón de la relación personal entre el jefe de esa repartición y el capitán Ricci.
Según el informe, la familia de los tripulantes mostró una tranquilidad llamativa pese a la desaparición de la lancha: “Llamó la atención la seguridad por parte de los familiares de la tripulación embarcada, en el sentido de que no les habría ocurrido nada grave”.
Un hallazgo en costas uruguayas
El Parte 884 de la SIDE, fechado el 9 de junio de 1960, aporta datos claves: “Se tuvo conocimiento que la lancha ‘Felicitas’, que saliera de Quequén, apareció varada en la costa uruguaya”. Allí se afirma que a bordo viajaban, entre otros, “un ex secretario de la CGT de Necochea y un funcionario policial de la provincia, ambos de la época del régimen depuesto”, una alegoría con la que comunmente se hacía referencia al derrocado gobierno constitucional de Juan Domingo Perón en 1955.
Del resto de los ocupantes «nunca se supo absolutamente nada», concluye el informe.

Ecos de una red clandestina
El contexto era crítico: pocos días antes, el 11 de mayo de 1960, Eichmann fue secuestrado por el Mossad en San Fernando. Según el análisis de Crucianelli, “lo ocurrido con Eichmann tuvo que tener algún efecto en otros nazis que habían buscado refugio en nuestro país”. La lancha Felicitas podría haber sido una de las vías de escape puestas en marcha con urgencia tras esa operación.
Por las características de la embarcación y el combustible disponible, los expertos indicaron que los fugitivos podrían haber llegado a Brasil o Sudáfrica, aunque otros sostienen que la avería que sufrió los obligó a encallar en Uruguay.

Esta revelación aporta una pieza clave para entender el papel que Necochea y su puerto jugaron —o pudieron haber jugado— en las redes de fuga de criminales nazis, muchas de ellas vinculadas a sectores de ultraderecha locales y a figuras que ocuparon cargos de poder en la región.
Más allá del misterio que aún rodea el destino de los ocupantes de la lancha, el episodio confirma que el puerto de Quequén fue parte del tablero geopolítico más oscuro del siglo XX.
Alfredo Barros / LANUEVACOMUNA.COM