Bajo el título de «Feminismo trucho», Fernando Iglesias publicó una columna en la que dedica una serie de párrafos a agredir a la editora de género del diario, al feminismo, y a través de él a las mujeres en general.
El inefable diputado del macrismo comienza su texto disculpándose por la «imagen desagradable» de él metiendo su mano dentro del pantalón. «Es cierto que la imagen es desagradable, y me excuso y disculpo por ello, pero depende de una condición médica derivada del posoperatorio de la operación de hernia que me realicé este año», apunta en su texto.
«No tengo otra manera de mantenerme sentado en una banqueta de madera dura durante una hora sin hacerlo, ni hay forma de resolver el tema antes de sentarme. Me ahorro cualquier otra explicación, precisamente, para no ser aún más desagradable», continúa Iglesias, que así y todo no puede evitar el desagrado que causa la referencia continua a su foto tocándose en público.
Luego de esa particular introducción, Fernando Iglesias aprovecha el envión para atacar puntualmente a la editora de género de Clarín, Mariana Iglesias, quien había señalado el machismo del legislador al hacer eso en público.
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«Con la total irresponsabilidad que suelen dar los cargos de editora de género (sic), y sin tomarse el mínimo trabajo de llamarme por teléfono e interesarse por mi explicación, la periodista Mariana Iglesias atribuye lo sucedido a mi machismo. Por supuesto, lo asimila a una serie de conductas detestables de las que seríamos responsables ´los hombres´», dispara Iglesias contra la trabajadora de Clarín.
«Se suma de esa manera, la señorita Iglesias, al bullying feminista-trucho del oficialismo, sin ningún cuestionamiento y con menos interés por los hechos que por justificar su sueldo», continúa el diputado en su asedio a la periodista.
Dicen las trabajadoras de Clarín: «Lejos de ese ´feminismo trucho´ que evoca el diputado, las mujeres ponemos el cuerpo, en sociedad y en nuestros respectivos espacios de trabajo, para hacer frente a este tipo de ataques, recurrentes, tanto en los medios de comunicación como fuera de ellos».
La mención hace referencia, en parte, al machismo que impone el Grupo Clarín a sus trabajadoras desde hace largo tiempo y que ha sido señalado en diferentes ocasiones por periodistas de sus medios.
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Continúa Iglesias: «Esa actitud no dignifica ni empodera a las mujeres sino que las humilla, porque -como decía el gran Tzvetan Todorov- la primera obligación moral de un ser humano es no colocarse en la posición de víctima», en lo que parece ser una inequívoca necesidad del legislador por continuar atacando al colectivo que dice no querer atacar. Toda una línea de conducta.
«Poniendo blanco sobre negro, cuando hace falta, ante lo que interpretamos, más que como una mera «opinión» -siempre respetables- como agresiones lisas y llanas contra un colectivo y una causa que merecen respeto. Así como quien nos representa en nuestra redacción, con profesionalismo sensibilidad y compromiso», dicen finalmente las periodistas de Clarín como parte de la Colectiva de Mujeres En Clarin y la Comisión Interna de Clarín/AGEA.
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Publicado en lanuevacomuna.com