A los 35 años, la necochense Johana Radusky reflexiona sobre su vida y su vínculo con el deporte. “Siempre fui apasionada por los deportes, un interés que heredé de mi padre, que hasta hoy sigue siendo un gran espectador. Soy bostera gracias a él”, comenta. Johana trabaja como docente en escuelas secundarias, pero sueña con dedicarse al periodismo y expandir su proyecto a largo plazo.
Durante su infancia en el barrio 9 de Julio, la radio marcaba el ritmo semanal, con relatos de Víctor Hugo Morales y su equipo. Años después, las redes sociales la encontraron al frente de un proyecto en crecimiento: Muchachas. “A muchas chicas de mi generación nos pasaba lo mismo. Jugaba al fútbol en la calle, pero no existían espacios formales para nosotras. Los que realmente podían jugar eran los varones. Hoy hay clubes, pero aún falta desarrollo”, resume. Añade: “En las calles del barrio, un vecino me apodaba Maradó. Lo recuerdo como algo lindo, aunque también estaban los comentarios de siempre: machona, marimacho, porque ‘el fútbol es de varones’”.
Johana resalta cómo una cultura históricamente excluyente comienza a abrirse gracias a la militancia y la persistencia. “No sólo era así en la infancia, también en la universidad. A los varones les sorprendía que una mujer jugara bien al fútbol”, señala.
Además de su formación académica, Johana valora la calle como un espacio de aprendizaje: “Gran parte de lo que sé no viene de títulos o certificados. Desde chica me gustó la comunicación: hacía programas de radio jugando, me grababa en casetes y simulaba ser conductora. Luego, en el colegio Capuchinos, los talleres de comunicación me marcaron mucho. Más tarde, en Buenos Aires, estudié Letras, aunque no terminé la carrera. Participé en la militancia política, siempre en equipos de prensa y redactando comunicados”.
Hace diez años, regresó a Necochea tras vivir en Buenos Aires. En 2015, comenzó el Profesorado de Lengua y Literatura y se graduó en 2022. Durante ese tiempo, también trabajó como redactora para medios digitales locales. “Siempre tuve esta pasión por la comunicación en paralelo”, admite.
El nacimiento de Muchachas
Mientras trabajaba en la Escuela Técnica 3, descubrió su interés por el contenido multimedia, aprendiendo técnicas y formatos nuevos. “Conversando con un amigo, me di cuenta de que no quería hacer una carrera exclusivamente en el aula. Quería diversificarme y aprender cosas nuevas. Hablando con Alfredo Barros, surgió la idea de hacer algo relacionado con el fútbol”, explica sobre el origen de Muchachas, el medio que lidera hoy.
“El proyecto creció de manera orgánica. Yo jugaba en torneos de fútbol, conocía a muchas personas del ambiente, y todo fluyó. Había un nicho por explorar. Las instituciones y las jugadoras apoyaron. Así le dimos nombre a lo que ya venía funcionando”, relata.
Johana destaca la respuesta positiva de la comunidad: “Desde el principio, emprendedores colaboraron para cubrir los gastos diarios. Ahora tenemos más de cuatro mil seguidores en redes sociales. Además de Instagram, hacemos transmisiones en vivo. Quería involucrarme desde un lugar diferente”.
Sin embargo, el camino no siempre ha sido fácil. “Intenté contactarme con el círculo de periodistas deportivos, pero nunca obtuve respuesta. Son señales de que aún hay espacios cerrados a nuevas propuestas”, comenta.
Mirando hacia el futuro
El proyecto pronto sumará un programa de radio. “Muchachas nació en un momento de gran creatividad para mí. Iba en bicicleta, paraba en una esquina y anotaba ideas. Fue un proceso colectivo, impulsado por las jugadoras que facilitan el trabajo. Es una militancia que se construyó entre todas”, afirma.
Johana cree que Muchachas es un proyecto pionero. “Siempre escuché que el fútbol femenino no vende, pero queremos demostrar lo contrario. Este medio no se limita al deporte; tiene una perspectiva crítica y de género. Es único en Necochea y sus alrededores”, asegura. También planea ampliar el equipo para continuar el crecimiento de cara a 2025.
“Buscamos mayor igualdad en el desarrollo del fútbol masculino y femenino. Hay mucha predisposición de clubes y jugadoras. Por ejemplo, en San Cayetano, el equipo femenino tiene una comisión liderada por una mujer, algo que no todos los clubes tienen. Eso se traduce en sus logros”, destaca.
A pesar de los desafíos, Johana no pierde de vista su objetivo: “Quiero vivir de esto, que el proyecto perdure. Apoyar a otras mujeres, cubrir distintos deportes y aportar para transformar realidades. Queremos ser un modelo para las nuevas generaciones”, concluye, abriendo caminos para un periodismo deportivo diferente.
Con información de Nden
Publicado en lanuevacomuna.com