La cercanía de Milei con China no ha sido bien vista en Estados Unidos. Su hermana, Karina, canceló la visita programada a Beijing la semana pasada, y desde China indican que la reunión de Milei con Xi Jinping en enero está en riesgo.
La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses ha puesto a Milei en una posición compleja respecto a China. Después de adoptar una postura pragmática hacia el gigante asiático y abandonar el discurso confrontativo en favor de un tono conciliador, el libertario vuelve a distanciarse de China con Trump en la Casa Blanca. Esto llevó a la cancelación del viaje de su hermana a Beijing, y se especula sobre la posibilidad de que no se realice su encuentro bilateral con Xi Jinping.
Un alto funcionario confirmó que, el 15 de octubre, el gobierno de Milei notificó a las autoridades chinas que ningún representante argentino asistiría a la Exposición de Importaciones en Shanghái. La visita de Karina Milei habría sido el primer gesto importante de acercamiento político con China, y una antesala al encuentro de Milei con Xi Jinping previsto para enero, el cual ahora está en duda. Desde el gobierno chino comentan que la situación ha generado gran malestar.
Milei recientemente se refirió a China como “un socio muy interesante” y anticipó que planea viajar a Beijing en enero para negociar acuerdos. Este cambio abrupto de posición ocurrió después de que China accediera a renovar el acuerdo de intercambio de divisas, el cual resultó en la salida de dos funcionarios que en su momento defendieron la autodeterminación de Taiwán, una postura conflictiva para la potencia asiática.
Estos funcionarios, Omar De Marchi y Diana Mondino, mantenían vínculos con sectores pro-Taiwán y en algunos casos contaron con apoyo financiero de la isla. En particular, Mondino defendió a Taiwán en una reunión con representantes chinos, quienes desde entonces la han clasificado como pro-Taiwán. La ex canciller protagonizó un incidente con empresarios chinos al hacer comentarios desfavorables sobre el sistema de gobierno chino durante una visita, lo que incomodó a su equipo.
En paralelo, la relación con Taiwán también incluyó obsequios de su Oficina Comercial, como pan dulces entregados a legisladores afines, así como visitas de diputados argentinos a la isla, hechos que habrían alertado a China.
Karina Milei tenía a su cargo el primer viaje de acercamiento a China, el cual fue cancelado, y ahora la reunión de Milei con Xi Jinping es incierta. Un diplomático señaló que la decisión ha vuelto el encuentro bilateral prácticamente imposible.
Este nuevo distanciamiento de China coincide con una extraña actitud de Trump, quien no ha contactado a Milei tras su triunfo electoral. El republicano ha priorizado llamadas con otros líderes, lo cual ha generado sorpresa en el círculo de Milei. “Tal vez quiso enviarle un mensaje por su acercamiento a China”, comentó un diplomático argentino, recordando que la rivalidad con China es uno de los pocos temas en los que coinciden tanto demócratas como republicanos en Estados Unidos.
Trump considera a China como su principal rival y ha propuesto imponer aranceles elevados a sus productos, además de presionar a México para que tome distancia del país asiático. También sostiene que los carteles mexicanos son financiados y organizados en gran medida por China, siendo uno de los retos que enfrenta la nueva presidenta estadounidense, Claudia Sheinbaum.
En esta compleja situación, Milei queda en medio de una elección complicada. Mantener la relación con China podría provocar tensión con Trump, pero tomar distancia con el país asiático también podría afectar la economía argentina si China decidiera exigir el reembolso del acuerdo de intercambio de divisas y otros préstamos. La opción de buscar financiamiento alternativo a través del FMI con la ayuda de Trump presenta desafíos de tiempo y montos.
Aunque Milei aún no ha podido conversar directamente con Trump, está confirmado que asistirá a la Conferencia Política de Acción Conservadora en Palm Beach, donde es probable que se consiga una foto con el presidente electo. A partir de allí, podría definirse su intención de encontrarse con Xi Jinping en la próxima cumbre del G20 en Río de Janeiro.
Con información de La Política Online
Publicado en lanuevacomuna.com