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Milei celebró la condena contra Cristina y rechazó la posibilidad de indulto: “El indulto es un disparate”

El presidente Javier Milei habló por primera vez sobre el fallo de la Corte Suprema que inhabilitó a Cristina Fernández de Kirchner para ejercer cargos públicos, en el marco de la denominada «Causa Vialidad». En una entrevista grabada para un medio afín, el mandatario dejó en claro su posición: quiere ver a la expresidenta tras las rejas y repudió cualquier posibilidad de clemencia desde el Ejecutivo.

“El indulto es un disparate. Si yo vivo pregonando la independencia de la justicia, que falle y haga lo que considera pertinente. Además, es una materia que no manejo. No tengo ni la más mínima intención de algo así. Además, nuestro lema de campaña es ‘el que las hace las paga’”, afirmó Milei, en declaraciones que, sin embargo, contrastan con sus múltiples intervenciones sobre leyes y decisiones del Congreso, incluso con decretos que pisotearon consensos legislativos bajo el pretexto del “superávit fiscal”.

El presidente también agregó: “El indulto me parece aberrante, porque significaría que lo hago porque no estoy de acuerdo con la Justicia, en el caso en que yo estuviera en desacuerdo con la decisión. Tampoco me compete tener esa opinión en el lugar que estoy”. Sin embargo, no tuvo reparos en emitir juicios de valor cargados de desprecio sobre la expresidenta, su trayectoria y su capacidad.

Un ataque sostenido y sin disimulo
Milei celebró la sentencia judicial como si fuera un acto ejemplar del republicanismo. “En primer lugar, acabamos de ver una lección de republicanismo. Muestra la salud de la república, una mujer que fue dos veces presidenta, fue condenada por corrupción, y ocurre en este Gobierno. Es el primero que le da rienda suelta a la Justicia”, dijo. Y apuntó contra todos los gobiernos anteriores, incluso el de Mauricio Macri, por supuestas interferencias judiciales.

En una muestra más del tono revanchista que caracteriza su discurso público, Milei insistió: “El macrismo, que se vendía como opositor al kirchnerismo, y después le permitió volver, ha jugado un rol en interferir las instituciones. A punto tal de que lo que hizo Miguel Ángel Pichetto en la Cámara de Senadores, cubriéndola a Cristina, después se lo pagaron dándole la candidatura a vicepresidente”.

Las referencias a CFK abundaron en la entrevista, todas con el mismo tono despectivo. “Ella es parte de uno de los peores gobiernos de la historia. Durante su segundo mandato logró que el PBI per cápita cayera, fue parte del inmundo gobierno de Alberto Fernández, y se fueron con una inflación que viajaba a más del 1% diario”, arremetió Milei, como si las responsabilidades económicas del presente no le incumbieran.

Incluso llegó a menospreciar los conocimientos de la dos veces presidenta: “Tengo dudas de sus conocimientos sobre derecho y en términos económicos, es profundamente ignorante”.

Entre el castigo y la humillación
En su habitual estilo provocador, el presidente intentó minimizar la masiva movilización en respaldo a Cristina Kirchner con otra metáfora futbolera: “La marcha a favor de CFK fue un partido homenaje. La gente fue a despedir a la señora Kirchner porque está inhabilitada a ejercer cargos públicos de manera perpetua. Fue como cuando se retira un jugador de fútbol”.

Sus declaraciones confirman lo que desde distintos sectores se viene denunciando: no se trata de una defensa de la institucionalidad ni de la justicia, sino de una voluntad explícita de persecución política, judicial y simbólica. No hay una lectura jurídica ni un mínimo ejercicio de autolimitación institucional, sino una narrativa de castigo ejemplarizante, que busca consolidar el relato de “caída de la casta” a costa de derechos, legalidades y principios democráticos.

Un repertorio de ataques
Como suele hacerlo en sus entrevistas, Milei amplió su ataque a otros sectores sociales: docentes, trabajadores del Estado, periodistas, e incluso profesionales de la salud. “Todos los sectores protegidos y subvencionados que viven de los demás, se van a tener que reconvertir. Acá se compite: el que hace bien, le va bien; el que no, quiebra”, dijo, en una lógica donde la vida social se reduce a la rentabilidad de mercado.

También señaló que “nadie tiene autoridad moral para opinar sobre la economía”, y sostuvo que “los que acertamos somos nosotros”. Como indicador de consumo, propuso dejar de mirar estadísticas tradicionales y observar “lo que pasa con las ventas de Mercado Libre”.

En otro tramo de la entrevista, atacó a los médicos residentes del Garrahan que se manifestaron por condiciones laborales: “Utilizaron una causa importante como la del Garrahan para esconder militantes políticos. El 70% de la nómina es administrativa, le quita recursos a los médicos”.

En lo internacional, Milei reiteró su alineamiento con Israel, al que defendió con argumentos ideologizados: “Israel acepta que existan otros países e Irán quiere exterminar a la única democracia libre de Medio Oriente. Israel es atacado por la izquierda porque hay una demonización, es de una gravedad enorme”. Luego vinculó nuevamente al kirchnerismo con el memorándum con Irán y agregó: “Cristina va a tener que dar explicaciones ante la Justicia. No sé si constituye traición a la patria, pero pusieron dos bombas”.

La entrevista funcionó como una pieza más en la construcción de una narrativa punitivista y de desprecio hacia toda forma de organización política que no responda a los intereses del oficialismo y sus aliados. Mientras niega interferir en el Poder Judicial, el Presidente no oculta su deseo de ver encarcelada a una dirigente opositora cuya figura, aún inhabilitada, conserva centralidad política y enorme respaldo popular.

Con información de Página 12

La Nueva Comuna

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