En una sala de reuniones en un hotel de algún país cálido y en desarrollo, un hombre se dirige a su audiencia preguntando si desean ser libres. La respuesta afirmativa le da pie para hablar sobre la independencia económica, señalando que solo se trata de elegir entre mendigar en las calles o acumular riquezas. El poder del dinero es innegable, y la promesa de prosperidad rápida es tentadora, un fenómeno que ayuda a entender las dificultades que enfrenta el país.
«No fue manipulado, no hay mensajes subliminales», asegura Javier Smaldone, consultor informático y tuitero conocido, quien participó en la creación de El vendedor de ilusiones: el caso Generación Zoe, un documental que explora la operación fraudulenta de Leonardo Cositorto, recientemente estrenado en una plataforma de streaming.
«El comentario más común es que el documental parece explicar cómo Javier Milei llegó a la presidencia, aunque no se le menciona en ningún momento. El guion fue escrito en 2022, cuando Milei era solo un diputado más, conocido por sus discursos ruidosos. Trabajé en la recopilación de archivos para el documental y, al conversar con el director, Matías Gueilburt, le pregunté si planeaba hacer un paralelismo entre Milei y Cositorto. Me sorprendió que no supiera quién era Milei. Sin embargo, la mayoría de quienes vieron el documental hicieron una conexión inmediata: ‘Cositorto engañó a la gente de la misma manera que Milei engañó a sus votantes’. Esto refleja lo que estamos viviendo: quienes han sido engañados una vez, ahora son cautelosos», comenta Smaldone.
¿Qué conecta a Cositorto con Milei?
«Primero, hay una raíz común. Este discurso sobre libertad y autosuperación se fortaleció con la pandemia. Aunque estas ideas ya existían, la crisis económica, el encierro y la falta de recursos para generar ingresos durante la pandemia hicieron que mucha gente, desesperada, creyera en estos mensajes. Cositorto hablaba de dictadura, de control, de encierro, usando los mismos argumentos que los libertarios en su discurso antisistema. Ambos prometieron oportunidades para hacer dinero. Además, ambos utilizaron la religión como una garantía de éxito, sugiriendo que, con Dios de su lado, no podían fallar», explica Smaldone.
El discurso común de la independencia financiera
Smaldone destaca el peligro de este pensamiento mágico que ha proliferado, creando una percepción de que «el sistema» quiere mantener a la gente pobre y que es posible hacer dinero sin esfuerzo. Este clima ha contribuido al auge de problemas como las apuestas entre los jóvenes.
El investigador, que dedica su tiempo libre a indagar en temas de interés, señala los numerosos vínculos entre Cositorto y Milei, destacando un «hilo conductor» en la narrativa de independencia financiera y de hacer dinero fácil sin saber realmente su origen.
«El primer vínculo es el uso del león como símbolo. Cositorto incluso reclamó a Milei derechos de autor, ya que él utilizaba el león como logo de su iglesia Aviva Zoe. Otro vínculo evidente fue cuando Cositorto, prófugo de la justicia, hizo campaña en las elecciones presidenciales de Colombia por el pastor evangélico ultraderechista John Milton Rodríguez, quien también ha participado en eventos con Agustín Laje», señala Smaldone.
Y agrega: «Un caso aún más grave fue cuando Milei, ya siendo diputado nacional, respaldó públicamente a CoinX, una estafa Ponzi que prometía rendimientos mensuales en dólares de entre 5% y 8%. Incluso hicieron un video en Instagram, que luego borraron, donde se ve a Milei promocionando a estos estafadores al estilo de El lobo de Wall Street. Ni siquiera tenían la documentación en regla».
¿Podría Milei terminar preso como Cositorto?
«Honestamente, no lo creo. Cositorto tuvo muy mala suerte. Se topó con una fiscal de pueblo, Juliana Companys de Villa María, Córdoba, que hizo lo que casi nadie hace: empezó a investigar antes de que se presentaran denuncias formales o hubiera víctimas. Aunque hoy en día se lo critican judicialmente, ella actuó porque vio que estaban engañando a la gente. Estafadores más grandes que Cositorto aún están libres. Su encarcelamiento fue una excepción», concluye Smaldone.
Con información de Tiempo Ar
Publicado en lanuevacomuna.com