Los hospitales municipales del interior de la provincia de Buenos Aires enfrentan una situación preocupante. Debido al aumento en las consultas y el costo de los insumos, en muchos casos gastaron en medio año lo que debía durar todo el año.
Son centros de salud financiados con fondos municipales en zonas donde no hay hospitales nacionales ni provinciales. En esos casos, el servicio local es el único disponible, ya que tampoco hay oferta de clínicas privadas.
En Coronel Suárez se presenta un caso emblemático. Pero hay varios distritos pequeños que tienen que costear la salud pública con las limitadas arcas municipales. Son localidades donde no existe otro tipo de hospital. Situaciones similares se observan en distritos como Necochea o Brandsen.
Con 42.000 habitantes, esa ciudad del sudoeste bonaerense tiene un hospital regional financiado por fondos municipales. La única opción privada es un hospital que cierra los fines de semana. No tiene guardia, ni internación.
El intendente Ricardo Moccero organizó esta semana una reunión con autoridades del hospital, concejales y referentes políticos. El objetivo fue dejar en claro la situación que enfrenta la salud pública en esa ciudad.
Allí se expuso un panorama grave: el hospital municipal consume más del 55% del presupuesto total del municipio y en los primeros seis meses de 2024 se gastaron los fondos destinados para todo el año.
«Vamos a tener que elegir qué servicios dejar de prestar», dijo en su presentación el director del hospital, Mariano Sein. El médico habló de reducir la cantidad de cirugías ya que los quirófanos son las áreas más costosas en un hospital. También mencionó la posibilidad de disminuir la cantidad de medicamentos que entrega el hospital y de reducir la cantidad de camas de internación. Son todas opciones para sobrevivir seis meses sin fondos. «La guardia es imposible reducirla porque es la única de la zona», comentó Sein en un video que reproduce Radio Del Volga.
Esto nos viene generando tensiones con el gobierno provincial, pero vamos a tener que dejar de recibir a gente de la zona.
Moccero fue enfático. Dijo que en 2022 el municipio gastó 6.500.000 pesos en la guardia del hospital. Ese número pasó a 6.799.000 pesos el año pasado con los mismos pacientes. Pero en lo que va del año se gastaron 74.000.000 de pesos. El aumento es del 1.000%.
Existen dos motivos: uno es un aumento considerable de la demanda. La fábrica DASS -que produce indumentaria deportiva para varias marcas- despidió a 200 trabajadores en lo que va del año. Son 200 familias que dejaron de tener cobertura médica y que canalizan su atención médica en el hospital municipal.
El otro motivo tiene que ver con el aumento desmesurado en medicamentos e insumos. Según un informe que difundió el municipio, la ampicilina -que se usa para tratar determinadas infecciones- tuvo un incremento del 2941%. Otros de uso cotidiano como el diclofenaco aumentaron un 1055%.
La situación empieza a generar tensiones entre Moccero y el gobierno de Axel Kicillof. El problema es que el intendente no quiere que pacientes de los distritos vecinos viajen a Coronel Suárez para recibir atención médica. «No vamos a recibir a gente de la zona», declaró.
¿Cuál es la solución? En principio, reducir gastos es una necesidad imperativa. Por parte del municipio, Moccero utilizará fondos recaudados para el mantenimiento de los caminos rurales. «Prefiero que algún camino rural esté un poco más deteriorado, pero que haya gente que se pueda atender», dijo el intendente.
Otra medida para mitigar la crisis es el traspaso del área de Neonatología al gobierno de la provincia para convertirla en regional. Solo por esa especialidad, el municipio presupuestó 700 millones durante el año.
Con información de La Política Online
Publicado en lanuevacomuna.com