Los ejecutivos de las principales empresas digitales han optado por hacer las paces con el republicano, con la esperanza de calmar las tensiones que marcaron su primera presidencia.
El primer mandato de Donald Trump fue turbulento para muchos sectores empresariales en Estados Unidos. Sin embargo, si hubo un área donde el republicano encontró gran resistencia, fue en la industria tecnológica. Desde el inicio, Silicon Valley se mostró reticente frente a este empresario tradicional de Nueva York, cuya fortuna se construyó en el negocio inmobiliario y los casinos, moviéndose en círculos de burócratas, políticos y multimillonarios. Las grandes firmas digitales apoyaron a Hillary Clinton y trabajaron en su contra. Una vez elegido, primero lo ignoraron y luego fomentaron la teoría de que su victoria se debió a una enorme campaña de desinformación.
Trump reaccionó con una serie de medidas y declaraciones hostiles. Primero, obligó a los CEO de las principales empresas tecnológicas a acudir a la Trump Tower para reunirse con él. Más tarde, acusó públicamente a las redes sociales de tener un sesgo progresista, denunció a Google por manipular los resultados de búsqueda en su contra y comenzó una investigación por monopolio que terminó en condenas. También atacó a Twitter y Meta por censura, intentó prohibir TikTok y castigó a Amazon al retirarle un contrato millonario con el Pentágono tras un desacuerdo con Jeff Bezos.
Las hostilidades no terminaron con su salida de la Casa Blanca. Al contrario, su enojo aumentó luego de que Meta y Twitter suspendieran sus cuentas tras el asalto al Capitolio en 2020, lo cual lo impulsó a lanzar su propia red social. Incluso rechazó regresar a Twitter cuando Elon Musk le reactivó la cuenta, manteniéndose alejado de la plataforma durante más de un año, a pesar de su intensivo uso previo.
Durante esta campaña electoral, parecía que la situación seguiría igual. Hace apenas tres meses, Trump amenazó a Mark Zuckerberg con prisión si volvía a manipular Facebook en su contra. “Lo estamos observando de cerca, y si esta vez actúa ilegalmente, pasará el resto de su vida en la cárcel”, declaró sobre el CEO de Meta.
Sin embargo, el panorama comenzó a cambiar, especialmente tras el apoyo de Elon Musk a Trump. “Todo se centra en intereses económicos y alianzas estratégicas que Trump ha sabido consolidar”, explica Fernando Nieto, profesor de Marketing y Consultoría Política en ESIC.
Un cambio de actitud
La amenaza de Trump a Zuckerberg surgió después de que este último le tendiera una mano de reconciliación. “Ver a Donald Trump levantarse tras recibir críticas y ondear la bandera estadounidense es algo que me inspira”, afirmó el líder de Meta: “Como ciudadano estadounidense, es difícil no emocionarse ante ese espíritu de lucha”.
Zuckerberg evitó tomar partido en la contienda, ya fuera cuando Trump se enfrentaba a Joe Biden o más tarde a Kamala Harris. Dada su relación tensa con Trump y las amenazas a sus empresas, esta neutralidad fue, en sí misma, un acto de reconciliación.
Otros CEO como Jeff Bezos adoptaron una postura similar a la de Zuckerberg, sin respaldar a un candidato pero haciendo gestos conciliatorios hacia Trump. En el caso de Bezos, este simbolismo se manifestó en la prohibición a The Washington Post, el periódico que posee, de apoyar públicamente a un candidato en su editorial. Desde 1976, el periódico había apoyado a candidatos, pero este año, Bezos decidió frenar el apoyo planeado a Harris. Según Amazon, fue un conflicto con Trump el que llevó a la empresa a perder un contrato importante con el Departamento de Defensa en el primer mandato del republicano.
Las comunicaciones previas a las elecciones
Las principales figuras tecnológicas, como Sundar Pichai (CEO de Google), Andy Jassy (CEO de Amazon), Tim Cook (CEO de Apple) y Zuckerberg, contactaron a Trump días antes de las elecciones. Según The New York Times, The Washington Post y CNN, compartieron preocupaciones y hablaron sobre enemigos comunes.
Amazon señaló a CNN que la llamada de Jassy fue simplemente un saludo “informal”. Sin embargo, esta actitud contrasta con el comportamiento distante de 2016, ya que en esta ocasión, los líderes tecnológicos felicitaron abiertamente a Trump por su victoria en 2024, a pesar de sus críticas previas.
El papel de Vance
Con el apoyo de figuras como Musk y Peter Thiel, J.D. Vance fue elegido como vicepresidente, desempeñando un rol clave en la estrategia de acercamiento al sector tecnológico. Mientras Trump mantiene sus conexiones en la costa este, Vance trae consigo su experiencia en Silicon Valley y el respaldo de figuras influyentes.
La desregulación que Vance propone para favorecer a los inversores en áreas como la inteligencia artificial contrasta con la postura de gigantes tecnológicos que prefieren reglas claras. “Existen áreas en las que las fricciones podrían reavivarse”, advierte Nieto.
Convergencia de intereses
Finalmente, la promesa de Trump de reducir el impuesto de sociedades ha sido clave en el acercamiento de las grandes tecnológicas, en un contexto de rivalidad con China. Rafael Pampillón, catedrático de Economía Aplicada, señala que la reducción del impuesto resulta atractiva para las tecnológicas, que enfrentan grandes inversiones en inteligencia artificial y buscan maximizar sus márgenes.
“Este es un acuerdo en el que ambos bandos se benefician. Trump comprende la importancia de la tecnología y los líderes tecnológicos ganan protección para sus negocios”, concluye Pampillón.
Con información de El Diario Ar
Publicado en lanuevacomuna.com
