Más de 100 000 fieles, líderes políticos y miembros del clero colmaron la Plaza de San Pedro para la primera misa del nuevo Papa, que evocó el legado de Francisco
Dos semanas después del humo blanco, León XIV celebró este domingo su misa de inicio de pontificado ante una multitud que superó las cien mil personas. Desde el corazón del Vaticano, instó a una Iglesia “sin fisuras” capaz de servir a un mundo herido por “odio, prejuicios y un sistema económico que depreda la tierra y deja al margen a los más necesitados”.
Recordó emotivamente a su predecesor:
“Tras la muerte del papa Francisco nos sentimos como ovejas sin pastor; sin embargo, la última bendición que impartió en Pascua nos recuerda que el Señor jamás abandona a su pueblo”.
El Pontífice—elegido el 8 de mayo— recibió el palio y el Anillo del Pescador, símbolos de su ministerio, y pidió derribar muros entre confesiones cristianas y con otras religiones para ser un “signo de comunión y fraternidad”.
“Elegido sin mérito”
Robert Francis Prevost, estadounidense con ciudadanía peruana, se presentó “con temor y temblor” como “un hermano al servicio de la fe y la alegría de todos”, advirtiendo que el Papa no puede comportarse como “un jefe por encima de los demás”.
“Pedro debe pastorear sin ceder a la tentación de ser un líder solitario; se le confía servir, no dominar”.
Con sensibilidad social, el Pontífice de 69 años señaló “demasiadas heridas causadas por el miedo a lo distinto y por la lógica que expulsa a los pobres”, y convocó a “construir un mundo nuevo donde reine la paz”. Amar como Jesús—subrayó— jamás implica “capturar al otro con sometimiento o propaganda”.
Ritos, símbolos y promesa de obediencia
Doce representantes laicales y eclesiales, y no sólo cardenales, prestaron obediencia al nuevo Papa en una ceremonia que subraya su deseo de colegialidad. Entre ellos, los purpurados Francis Leo (Canadá), Jaime Spengler (Brasil) y John Ribat (Papúa Nueva Guinea). El palio —lana blanca con cruces negras— simboliza al Buen Pastor; el anillo de oro con la imagen de San Pedro pescador sella documentos papales y recuerda la misión de “ser pescadores de hombres”.
Asistencias y ausencias
Delegaciones de todo el mundo llenaron la explanada vaticana. Argentina envió al canciller Gerardo Werthein y a la ministra Sandra Pettovello; el presidente Javier Milei optó por permanecer en Buenos Aires por compromisos electorales. Estados Unidos estuvo representado por el vicepresidente JD Vance y el secretario de Estado Marco Rubio, quienes compartieron un cordial saludo con Volodímir Zelenski. También asistieron los reyes de España, Felipe VI y Letizia; Dina Boluarte (Perú), Isaac Herzog (Israel), y mandatarios de Colombia, Paraguay y Corea del Sur. Se notaron las ausencias de Claudia Sheinbaum y del rey Carlos III —representado por el duque de Edimburgo—.
Con la recepción del palio y el anillo, León XIV abre oficialmente una nueva etapa para la Iglesia Católica, prometiendo continuar la senda reformista de Francisco y cimentar su gobierno sobre dos pilares: “amor y unidad”.
La Nueva Comuna