Cien despidos en la fábrica de zapatillas New Balance, Diadora y Montagne
La serie de medidas económicas anunciadas por Javier Milei en Argentina comenzó con la intención de iniciar cambios desde el Estado nacional, pero su impacto se ha extendido velozmente a la vida económica diaria de los argentinos, afectando ahora al sector privado. En la provincia de Buenos Aires, algunas fábricas de calzado en Coronel Suárez y Chivilcoy han comunicado la implementación de suspensiones y programas de retiro.
A tan solo tres días de la implementación del gobierno libertario, se empiezan a observar repercusiones en el empleo privado en diversos sectores productivos de la provincia de Buenos Aires. Además de los despidos previamente anunciados en las empresas constructoras que proveen obras públicas al Estado nacional, se están tomando decisiones similares en las industrias del calzado y el entretenimiento.
En las últimas semanas, se han observado suspensiones y despidos en la empresa Moccero, ubicada en Coronel Suárez. La caída de la demanda parece estar afectando significativamente la estabilidad laboral en este sector específico. Desde el sector, lo atribuyen, primero, a la importación de pares terminados, que ahora no requiere autorización, y luego a la falta de pedidos.
La firma Bicontinentar, de Chivilcoy, trabaja para primeras marcas, como Under Armour, New Balance, Montagne, Diadora, Olympikus, Le Coq Sportif, Hush Puppies y Athix. Está ubicada en el Parque Industrial y ante la misma situación, en la mañana de este martes la gerencia convocó a los delegados de UTICRA, el sindicato del calzado para comunicarles que “por falta de pedidos” iba a despedir a 101 trabajadores y trabajadoras. Que no había vuelta atrás. Habló de “retiros voluntarios” pero no había nada de voluntario.
«Hasta la semana pasada teníamos confirmada una planificación que aseguraba la producción para todos los puestos de trabajo. Luego de la cancelación de pedidos quedan inoperativos 100 puestos de trabajo», advierte la empresa.
Mientras estaban en sus máquinas, eran llamados por nombre y apellido para anunciarles la pésima noticia. Muchos se quebraron allí mismo o en la salida del turno. Muchos de ellos se congrearon este miércoles y contaron la prepotencia con que los gerentes los sacaron de sus puestos y dejaron en la calle.
Vale recordar que la Cámara del Calzado y el Sindicato impulsaron juntos, a lo largo de este último año, un proyecto de ley de promoción del sector, inspirado en el de las industrias automotriz y autopartista.
Entre otras cosas, restringía la importación de pares terminados, a la vez que facilitaba la sustitución de proveedores extranjeros por otros nacionales y contemplaba un blanqueo de la actividad, que hoy tiene altos niveles de informalidad.
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Publicado en lanuevacomuna.com