La visita de seis diputados de La Libertad Avanza a los genocidas encarcelados por crímenes de lesa humanidad en la prisión de Ezeiza, amenaza con involucrar a la ministra Patricia Bullrich, quien habría aprobado la estrategia para lograr su traslado a arresto domiciliario, planificada en un chat grupal compartido por algunos legisladores libertarios.
Según fuentes del bloque de diputados de La Libertad Avanza, un pequeño grupo de legisladores libertarios llevaba meses planeando una estrategia para permitir la prisión domiciliaria de los represores. Al parecer, era una promesa secreta de campaña de Milei y su vice, Victoria Villarruel.
Para avanzar en esa dirección, los diputados involucrados crearon un grupo de WhatsApp que incluía a jueces, fiscales y sacerdotes católicos, para discutir cómo avanzar en un proyecto de ley que permitiera enviar a los militares condenados por genocidio a sus hogares. En ese chat se menciona la colaboración con el proyecto del Ministerio de Seguridad que dirige Bullrich.
La ministra de Seguridad, que supervisa el Servicio Penitenciario, defendió públicamente la visita de los diputados libertarios a los genocidas.
El plan consistía en desarrollar una estrategia para lograr ese objetivo y presentársela a Karina Milei para finalizar el proyecto. El entrerriano Beltran Benedit era el encargado de dirigir la operación, pero la impactante primicia de LPO desbarató los planes libertarios.
Las diputadas Rocío Bonacci y Lourdes Arrieta, dos de los seis diputados que fueron a Ezeiza, afirmaron que Benedit había hecho una invitación engañosa al bloque y en ningún momento aclaró que en el penal de Ezeiza visitarían a genocidas para consolarlos por la demora en conseguir su arresto domiciliario.
Con el escándalo desatado, el entrerriano defendió la visita con reivindicaciones a la dictadura, complicando los intentos del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, de distanciarse del escándalo. Como reveló LPO, Menem facilitó a Benedit una combi oficial de la cámara baja para que fueran a Ezeiza.
Ante el fracaso de los intentos por «silenciar» el tema en los medios, Santiago Caputo pidió a sus socios Guillermo Garat y Rodrigo Lugones que prepararan a los diputados que visitaron a los genocidas, para que elaboraran una versión ficticia afirmando que en realidad fueron a visitar a presas embarazadas. La idea era evitar que prosperara la formación de una comisión parlamentaria que investigara lo sucedido y eventualmente sancionara a los diputados que visitaron a autores condenados de delitos de lesa humanidad.
Según fuentes del bloque libertario, no solo Menem estaba al tanto de la visita y la idea de liberar a los represores, sino también la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien estaría mencionada en los chats del grupo como un componente clave para acceder al penal de Ezeiza.
De hecho, Benedit destacó en uno de los mensajes a los que accedió este medio: «Quienes quieran asistir, envíenme foto y DNI para organizar el ingreso con el Director del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez (excelente colaborador)», escribió el diputado, sugiriendo que contaba con el permiso del área que responde a Bullrich.
Vas a quedar fuera como la Bonacci
Días atrás, el juez Daniel Obligado, tras una exhortación del camarista Alejandro Slokar, exigió a la ministra de Seguridad explicaciones sobre cómo seis diputados de LLA pudieron reunirse con los represores en una prisión federal bajo su jurisdicción.
Ahora, con el escándalo desatado, los reproches cruzados han estallado en el bloque libertario, que se enfrenta a una posible ruptura. En uno de los chats a los que accedió LPO, Benedit explotó contra su colega Arrieta, advirtiéndole: «Vas a quedar fuera como la Bonacci».
Con información de La Política Online
Publicado en lanuevacomuna.com