Algunos empresarios no solo se dedican a generar riqueza, sino también a observar y reflexionar. Uno de los cinco magnates más relevantes del país comentó recientemente, tras ver el acto de la Fundación Faro en televisión –un think tank ultralibertario que reunió a numerosos CEOs dispuestos a aportar dólares–, que dicho evento parecía «el brazo armado» de los libertarios, como lo describieron seguidores del influencer «Gordo» Dan. “Esto es preocupante, parecen falangistas”, compartió el empresario en una reunión con colegas, según uno de los presentes. El comentario hizo referencia al movimiento surgido en España en los años 30, liderado por Primo de Rivera e influenciado por el fascismo italiano, que buscaba suprimir partidos políticos, controlar gremios y consolidar poder económico mediante métodos autoritarios.
Aunque algunos de sus interlocutores consideraron la comparación exagerada, otro empresario sumó detalles al debate al señalar que “hay mucha presión para conseguir dinero y frecuentes amenazas de escraches desde redes sociales y desde sectores vinculados al Gobierno”. Es un rumor extendido en el ámbito empresarial que los sectores más extremos de Javier Milei están utilizando tácticas agresivas para recaudar fondos para su partido, involucrando a empresarios que, pese a sus grandes negocios, se ven empujados a financiar un proyecto político que podría derivar en autoritarismo.
La conexión libertaria y el empresariado tecnológico
El nuevo esquema libertario, que busca consolidarse como un proyecto de poder más amplio, encuentra en la Cámara de «Unicornios» tecnológicos de Endeavor un aliado estratégico. Esta organización, que agrupa a empresas como Mercado Libre y Globant, lideradas por Marcos Galperín y Martín Migoya respectivamente, está formalmente asociada a la Fundación Faro. Este vínculo incluye programas de formación de líderes ultralibertarios y promueve ideas contrarias al rol del Estado y al consenso democrático.
Migoya y Galperín, piezas clave de Endeavor, fueron invitados privilegiados en reuniones reservadas de Milei, como la realizada con el presidente francés Emmanuel Macron. Endeavor, que ya es una cantera de funcionarios y asesores del actual Gobierno, se ha convertido en lo que algunos analistas comparan con el rol que desempeñó Bunge & Born durante el menemismo: no solo como financista, sino también como proveedor de cuadros técnicos y políticos.
Fundación Faro y su red de influencia
La Fundación Faro, liderada por Agustín Laje, se posiciona como una escuela de formación de cuadros ultralibertarios y defensores del individualismo radical. Con programas como «El Camino del Emprendedor», Faro colabora estrechamente con Endeavor para conectar a empresarios e inversores en un espacio diseñado para desarrollar proyectos disruptivos. Esta alianza ha permitido a Faro recaudar importantes aportes financieros, como ocurrió en su última cena, donde Migoya fue uno de los mayores contribuyentes.
Faro también cuenta con figuras internacionales como Axel Kaiser y el economista Adrián Ravier, quienes han promovido una agenda económica que rechaza la redistribución del ingreso y las políticas de bienestar social.
Los riesgos de una deriva autoritaria
Lo paradójico, según destacan algunos observadores, es que muchos de los empresarios que ahora apoyan financieramente a La Libertad Avanza, en años anteriores formaron parte de iniciativas como el Foro de Convergencia Empresarial, que se oponía al intervencionismo estatal y defendía las instituciones democráticas. Hoy, sin embargo, con su respaldo, parecen estar alimentando un proyecto político que desafía esos mismos principios.
Este giro ha generado preocupación entre sectores empresariales y políticos que ven en estas alianzas un riesgo para la estabilidad institucional del país y un posible alejamiento de los valores democráticos.
Con información de Página 12
Publicado en lanuevacomuna.com