En el sudeste de Buenos Aires, todas las muestras fecales contenían glifosato, según estudio de Violette Geissen. Argentina necesita reevaluar prácticas agrícolas. Europa busca transición hacia productos biológicos y regulaciones más estrictas sobre agroquímicos. Debate sobre el glifosato en Europa. Agricultura debe enfocarse en soluciones biológicas.
Luego de una investigación realizada en el sudeste de Buenos Aires, que incluyó a Necochea, se detectó que el 100% de las muestras fecales contenían glifosato. Estos hallazgos, que surgieron de un estudio internacional coordinado por Violette Geissen, mostraron que, aunque Argentina tiene menos variedad de agrotóxicos en comparación con Europa, las concentraciones detectadas son considerablemente más altas. Estas estadísticas, que pronto serán publicadas en detalle, resaltan la necesidad de reevaluar las prácticas agrícolas actuales.
Mientras tanto, en Europa, se está llevando a cabo un intenso debate sobre la dirección que debe tomar la agricultura en el futuro. Christophe Maquin, director de marketing de Sangosse, compartió en un workshop reciente que la mayoría de los países europeos están buscando implementar leyes que promuevan el uso de productos biológicos en lugar de químicos. Esta transición se alinea con la tendencia global hacia la descarbonización de los procesos productivos y responde a las crecientes regulaciones sobre el uso de agroquímicos.
Sin embargo, esta tarea no es sencilla. Francia, por ejemplo, busca reducir a la mitad el uso de productos químicos para 2030 y reemplazarlos por biológicos. “Debemos estar preparados para el nuevo mercado que se avecina, una tendencia que seguramente se extenderá a otras partes del mundo”, afirmó Maquin.
Todo esto ocurre mientras en Europa se debate si renueva el permiso para el uso del glifosato, una decisión que se espera para noviembre. Además del glifosato, otros 72 agroquímicos que se utilizan actualmente para la producción agropecuaria están bajo escrutinio.
Las consecuencias de estas deliberaciones ya se sienten en Francia, donde muchos cultivos se pierden debido a la falta de insumos disponibles. No obstante, en un intento por facilitar la transición, los gobiernos europeos están incentivando la reducción del uso de químicos en las granjas, ofreciendo ingresos adicionales a aquellos productores que lo hagan.
Desde su función, Maquin trabaja para guiar esta evolución en la agricultura y el medio ambiente, buscando soluciones a los problemas que puedan surgir. “Tenemos muchos factores favorables para la adopción de estas nuevas tecnologías que ayudarán a este cambio indispensable”, señaló.
Concluyó destacando que el futuro de la agricultura debe centrarse en acercarse más al suelo. “Desde el tratamiento biológico de la semilla hasta la fertilización foliar. Debemos centrar nuestros esfuerzos en buscar nuevas bacterias específicas y alternativas biológicas para enfrentar enfermedades e insectos, y también para controlar malezas, reduciendo el uso de químicos”.
Diario Necochea
Publicado en lanuevacomuna.com