Mientras los medios hegemónicos buscan proyectar la idea de un Mauricio Macri fortalecido en la derrota, buscando re-insertar su polémica figura, como posible jefe de la oposición política al Gobierno de Alberto Fernández, las grietas en la convaleciente alianza Juntos por el Cambio son cada día más evidentes.
Un claro síntoma de la inminente implosión del espacio neoliberal, si vió reflejado en las inconfundible expresiones faciales, de la otrora ahijada política de Mauricio Macri, la gobernadora bonaerense saliente, María Eugenia Vidal, cuando éste pronunciaba su discurso ayer, en la reunión de gabinete ampliado, en el CCK.
A la dirigente bonaerense se la pudo ver visiblemente disgustada con las palabras del ex-presidente de Boca Juniors, sobre todo cuando este intentó ratificar su liderazgo sobre el alicaído espacio cambiemita al afirmar: “¡Hay gato para rato!”, frente a los rumores de un posible retiro de la actividad política.
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