Mar. Mar 21st, 2023

JUICIO DELITOS DE LESA HUMANIDAD-MAR DEL PLATA


JUICIO DEL CIRCUITO REPRESIVO NECOCHEA, COMISARIA CUARTA Y BASE AEREA Audiencias 06-08-12 Para la defensa «este es el juicio del odio»
Comenzaron los alegatos de las defensas en el juicio en el que se investigan los crímenes cometidos en el circuito represivo de Necochea, la comisaría cuarta de Mar del Plata y el Centro Clandestino conocido como la Cueva. El primer turno fue para Horacio Insanti quien basó sus fundamentos en la obediencia debida, figura derogada por la Corte Suprema de Justicia y el Congreso de la Nación en el 2004 y 2005.
El defensor de los policías Héctor Cerruti y Ernesto Orosco aseguró que la justicia no tiene independencia y que por lo tanto «es la plasmación de algo que ya se juzgó previamente». Sostuvo que las motivaciones de los juicios a represores son la venganza y el odio. «La venganza quizás no sea mala», consideró Insanti citando a Nietzsche, y aclaró «que puede ser una mirada con repugnancia al pasado para ser superado». Y sentenció que «otra cosa es el odio y es te es el juicio del odio». E hizo referencia a una publicación, en una red social, de un integrante de H.I.J.O.S. RESISTE que ante la muerte del represor Gregorio Rafael Molina dijo no alegrarse porque prefería que cumpla hasta el final la condena que pesaba en su contra.
Argumentó que las querellas «responden a la dialéctica marxista de la historia» y que «es el odio el que sirve de motor a ese desenlace ineluctable». Al tiempo que afirmó que «el odio es la peor herencia que nos está dejando este régimen».
Por último solicitó la absolución de sus clientes y sostuvo que en la comisaría cuarta «no hubo hecho aberrantes ni atroces. En eso han sido contestes todos los testigos».
En segundo término alegó Paula Susana Muniagurria, en defensa de José Carmen Beccio. Impugnó la prueba de los archivos del Juicio por la Verdad por considerarlo ilegal «en su carácter reconstructivo como mecanismo de justicia transicional».
Además sostuvo que el Radar, nombre con el que era conocido el Centro Clandestino La Cueva estaba bajo control del Ejército y no de la Fuerza Aérea. Y afirmó que «la Base no contaba con segundo jefe y Beccio no formaba parte de la plana mayor». «La participación de Beccio no adquiere responsabilidad penal», aseguró y pidió su absolución junto con la revocación de la prisión domiciliaria por «su avanzada edad».   
Autor/fuente: Lisandro Contreras/ Juan Marco Candeloro  

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