La justicia argentina ha dado un paso crucial en la identificación de víctimas de la dictadura con la reciente confirmación de los restos de Oscar San Pedro, un hombre de Necochea secuestrado y desaparecido en junio de 1976. Este hallazgo resalta el valioso trabajo forense y judicial en la búsqueda de justicia para los crímenes de lesa humanidad cometidos en ese período.
Oscar San Pedro, nacido en Necochea el 21 de diciembre de 1943, fue secuestrado el 4 de junio de 1976 por un grupo armado que irrumpió en su domicilio en Villa Luzuriaga, partido de La Matanza. San Pedro, quien trabajaba como colectivero y era delegado gremial de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), fue víctima de la represión sistemática llevada a cabo por el Estado durante esos años. Desde el día de su secuestro, su paradero había sido un misterio.

La identificación de los restos de San Pedro fue liderada por el Ministerio Público Fiscal, la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de La Plata, la Procuraduría de Crímenes Contra la Humanidad y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Sus restos fueron hallados entre cuerpos carbonizados enterrados como NN en el cementerio de La Plata. La investigación determinó que su asesinato ocurrió el 10 de junio de 1976, apenas seis días después de su secuestro.
El EAAF desempeñó un rol fundamental en la identificación de San Pedro. Mientras que un mechón de cabello hallado en un expediente judicial permitió identificar a Walter Zaporta, otro desaparecido en la misma fecha, las huellas dactilares recuperadas de los restos de San Pedro fueron clave para confirmar su identidad. La comparación de estas huellas con los registros existentes permitió certificar su identidad de manera precisa.
La identificación de San Pedro y Zaporta resalta la importancia de los avances en tecnología forense y el compromiso inquebrantable con la búsqueda de verdad y justicia. El Archivo Municipal de la Memoria conserva el expediente de la CONADEP relacionado con San Pedro, y su historia sigue siendo una parte fundamental del esfuerzo por lograr justicia para las víctimas del terrorismo de Estado en Argentina.
Este avance constituye un logro significativo para las familias de las víctimas y sirve como un recordatorio permanente del compromiso con la memoria histórica y la defensa de los derechos humanos.
Con información de Nden
Publicado en lanuevacomuna.com