El próximo 30 de abril vence la concesión de la Hidrovía, la cual se extiende por 1.238 kilómetros, en la confluencia de los ríos Paraná, Paraguay y el de la Plata. Concentra la salida de la mayor parte de las exportaciones de Argentina. La concesión -hasta ahora- sigue en manos de una sociedad integrada por la Se trata de un contrato que termina después de -nada menos que- 25 años (es decir desde mediados de la década de los 90). Para sectores del kirchnerismo -y todo el arco político nacional y popular- pone en juego la soberanía y la recuperación económica de Argentina.
La discusión política inmediata es, si el Estado va a ejercer un rol más activo en esta Hidrovía -que fue privatizada durante el gobierno del fallecido ex presidente Carlos Saúl Menem-, o si va a seguir dejando el control y la comercialización de la salida de las exportaciones en manos de los mismos grupos empresarios.
Por eso es que, en las últimas horas, se realizó un acto en la Isla Demarchi, a orillas del Río de la Plata, con organizaciones populares, sindicales y dirigentes políticos, quienes realizan una militancia activa por la apertura del Canal de Magdalena. Los principales oradores fueron el senador nacional del Frente de Todos Jorge Taiana; el director del Banco Nación, Claudio Lozano; el senador bonaerense Francisco «Paco» Durañona; el titular del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), Raúl Durdos; y el director de la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (Fipca), Julio Urien.
Taiana hizo hincapié en que hace falta un nuevo modelo: «Cuando comenzó el gobierno del Frente de Todos, una de las primeras cosas que vimos es que en un año y pico se acababa la concesión de las rutas fluviales de la hidrovía Paraná-Paraguay, y que había que ir preparando una nueva propuesta, una nueva licitación, una nueva forma de entender las cosas. No estamos hablando sólo de barcos, puertos y tarifas: estamos hablando de cómo proyectamos los vínculos de la Argentina en los próximos veinte o treinta años hacia el exterior, y del exterior para acá. El decreto 949/2020 en nada satisface las expectativas de buena parte del pueblo argentino, que quiere defender el interés nacional».
El decreto nacional por la hidrovía, que delega en el Ministerio de Transporte la licitación de la vía fluvial Paraná-Río de la Plata-Magdalena, fue por el que Jorge Taiana hizo un pedido de informes al ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni. En declaraciones al diario Página 12 y al canal IP, el presidente Alberto Férnandez dio detalles del contrapunto con Taiana: «Nadie está pensando en prorrogar la concesión que existe. Nadie. Y también, en ese análisis, está la idea de hacer el dragado para el Canal Magdalena, para mejorar el funcionamiento del Río de la Plata, como un puerto de aguas profundas. Todo eso está previsto ahora. Alguien interpretó que estoy buscando la prórroga de la concesión. No, no es lo que estoy buscando. Y lo que he pedido es que apuren al máximo los tiempos de licitación para que eso se resuelva».
Ante el compromiso del presidente de no prorrogar el contrato, el diputado nacional del Frente de Todos Marcelo Koenig advierte que es muy importante la letra chica de una nueva licitación: «Es imperioso que se hagan nuevos pliegos que contengan la defensa de los intereses nacionales, y que eviten que -por esta hidrovía- se realice contrabando y fuga, como se vio en el caso de Vicentín Paraguay, que -con apenas seis empleados- facturaba millones de dólares». Además, Koenig sostiene que es fundamental el Canal de Magdalena «porque hoy, no solamente el puerto de Buenos Aires, sino todos los puertos de Argentina, son puertos subordinados al puerto de Montevideo. Hoy es todo un embudo que va a Montevideo. Incluso si hay que trasladar del sur al norte, hay que pasar por ahí. La solución es el Canal de Magdalena».
Para un sector político importante del Frente de Todos, la participación del Estado en la hidrovía no solamente es posible, sino viable, y depende de una decisión política consensuada. El ingeniero Pedro Wasiejko, presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata, sostiene que Y además lleva a recuperar lo que ya se tuvo: «Nuestro país tuvo una empresa pública de Dragado y Balizamiento que ha sido muy efectiva, y fue desmantelada con las privatizaciones de Menem y Cavallo. Debería tenerse en cuenta en los procesos licitatorios el crecimiento de una empresa nacional. Para eso se puede constituir una de conformación mixta, en la que el Estado pueda tomar decisiones importantes, que defiendan la soberanía y los intereses de los argentinos».
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Publicado en lanuevacomuna.com