El intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, continúa centrando su estrategia en un discurso confrontativo. Tras recibir fuertes críticas por los operativos de desalojo a personas en situación de calle, ahora apuntó contra un joven detenido por un robo violento y aprovechó para lanzar cuestionamientos hacia referentes de la izquierda.
El caso del robo
Montenegro utilizó su cuenta de Twitter para comunicar la detención de un sospechoso acusado de agredir a una empleada de comercio. «Acaban de atrapar a este hijo de p*ta que le pegó un piedrazo a una empleada para robarle», publicó, acompañando el mensaje con imágenes de la agresión y el momento del arresto llevado a cabo por la Policía Bonaerense.
El incidente ocurrió el sábado por la tarde en un minimercado. Según fuentes oficiales, un hombre de 28 años ingresó al local pidiendo un cepillo de dientes. Ante la negativa de la empleada, una mujer de 47 años, el sujeto se retiró, pero volvió minutos después para atacarla con un piedrazo en la cabeza.
El hecho fue caratulado como «robo agravado por el uso de arma impropia». Montenegro, quien difundió el video del ataque, utilizó el caso para reforzar su postura en materia de seguridad y cuestionar la posición de sectores progresistas respecto a la delincuencia.
Montenegro contra los referentes de la izquierda
Tras la captura del acusado, el intendente afirmó que se trataba de un «supuesto ‘situación de calle'». En un tono desafiante, lanzó: «¿Qué tienen para decir ahora Myriam Bregman, Nicolás del Caño, Juan Grabois y el resto de los progres? Harto me tienen poniendo trabas», enfatizó, dejando clara su frustración hacia aquellos que, según él, justifican ciertos actos delictivos en base a las condiciones sociales de los involucrados.
Montenegro, quien cuenta con experiencia como juez federal, señaló que «no son pobres. Son chorros y violentos». Este enfoque busca desvincular la criminalidad de los factores socioeconómicos y centrarse en la responsabilidad individual.
La respuesta de Bregman
Myriam Bregman, exdiputada nacional y una de las figuras aludidas por el intendente, no tardó en responder. «No me sume a su agresiva campaña electoral, intendente. Su brutalidad no me incluye ni para discutirle», expresó, rechazando la confrontación directa y cuestionando el tono de Montenegro.
El intercambio refleja una creciente polarización entre el discurso de seguridad de Montenegro, basado en medidas punitivas y acciones mediáticas, y las posturas de sectores progresistas, que critican la falta de un enfoque integral que contemple los derechos humanos y las causas estructurales de la inseguridad.
Montenegro continúa afianzando su perfil de «mano dura», una estrategia que genera respaldo en algunos sectores, mientras profundiza las divisiones políticas y sociales en torno a la inseguridad y la marginalidad.
Con información de Infocielo
Publicado en lanuevacomuna.com