Ocho docentes resultaron heridos tras ser reprimidos con gas lacrimógeno durante una protesta contra el proyecto que busca declarar la educación como un servicio esencial, mientras el Gobierno responsabilizó a sectores opositores por los disturbios.
La tensión escaló en la Legislatura de Río Negro, donde el debate sobre la ley que busca considerar la educación como un servicio esencial desató enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad. Los docentes fueron dispersados con gas lacrimógeno, resultando en ocho heridos, varios de los cuales fueron trasladados a la Guardia del Hospital Zatti de Viedma.
La manifestación se dio en el marco de un paro de 48 horas organizado por la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro (UnTER), que además llevó a cabo una vigilia frente a la Legislatura. Referentes de las 18 seccionales del gremio acompañaron la movilización en rechazo al proyecto promovido por el PRO, con el apoyo de Juntos Somos Río Negro (JSRN) y La Libertad Avanza. El proyecto busca restringir el derecho a huelga de los docentes al declarar la educación como un servicio esencial.
Entre los afectados por la represión se encuentra la secretaria general de UnTER, Silvana Inostroza, quien sufrió un esguince en el pie izquierdo tras ser golpeada por efectivos policiales al intentar ingresar a la Legislatura. Otros docentes presentaron cuadros de descompensación y reacciones al gas lacrimógeno. En un comunicado, UnTER responsabilizó al gobierno provincial por la «violencia desmedida» y reiteró su rechazo al proyecto de ley, que consideran una amenaza a los derechos de los trabajadores de la educación. «Denunciamos que la escalada de violencia es exclusiva responsabilidad del gobierno provincial», afirmaron.
Según el gremio, efectivos del COER y la Policía provincial emplearon gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes, provocando que ocho docentes tuvieran que ser atendidos en el hospital.
«Repudiamos la represión desmedida del COER, que incluyó golpes indiscriminados y el uso de gas lacrimógeno contra lxs trabajadorxs de la educación», declaró el gremio en su comunicado.
Por su parte, el Gobierno provincial, a través del Bloque de Legisladores de JSRN, culpó a la dirigencia de UnTER y al presidente del Bloque de Vamos con Todos, José Luis Berros, por incitar los disturbios. Según un comunicado oficial, Berros y otros integrantes de su bloque habrían fomentado un clima de violencia desde dentro del recinto, lo que contribuyó a los enfrentamientos.
«El discurso provocador de Berros y su grupo generó un ambiente de violencia que rápidamente se extendió entre los manifestantes», sostuvo el bloque oficialista.
Además, JSRN denunció que un grupo de manifestantes atacó a las fuerzas de seguridad con piedras y palos, hiriendo a 10 efectivos que estaban custodiando la Legislatura. Los legisladores oficialistas calificaron la acción de los manifestantes como «violencia sindical» que buscaba interrumpir el normal desarrollo del debate legislativo.
«Lamentablemente, una vez más los intereses corporativos del gremio docente, que intentaba impedir que se declare la educación como un servicio esencial, prevalecieron sobre los derechos de los rionegrinos», manifestaron los legisladores oficialistas.
El día dejó un saldo de ocho docentes heridos y un enfrentamiento cada vez más fuerte entre el gremio y el Gobierno provincial. Mientras UnTER mantiene su firme rechazo al proyecto de ley, el oficialismo insiste en que la medida es necesaria para garantizar el derecho a la educación en la provincia, acusando a la dirigencia sindical de poner sus intereses por encima de los derechos de la comunidad.
Bariloche Noticias
Publicado en lanuevacomuna.com