Ayer se dio a conocer el fallecimiento de Adrián Enrique Marcenac, respetado comerciante local y comprometido activista en favor de la paz y la lucha contra la violencia armada. Este camino lo emprendió junto a su esposa, Mónica Bouyssede, tras la irreparable pérdida de su hijo Alfredo Marcenac, quien fue asesinado a los 18 años el 6 de julio de 2006.
Adrián, dueño de las carnicerías «Lo De Marcenac» (que hoy cerrarán sus puertas como señal de duelo), será recordado no solo por su trayectoria empresarial, sino también por su incansable esfuerzo para erradicar las armas de fuego en manos de civiles. Junto a Mónica y con el apoyo de amigos y familiares, fundaron la Asociación Civil Alfredo Marcenac, una organización que ha trabajado intensamente en promover la seguridad y reducir la violencia armada.
El asesinato de Alfredo, a manos de Martín Ríos, conocido como «el tirador de Belgrano», marcó un antes y un después en la vida de la familia Marcenac. Alfredo perdió la vida mientras caminaba por la avenida Cabildo al 1700, un hecho que impulsó a sus padres a transformar el dolor en acción.
La familia también lideró la creación de la Diplomatura Universitaria en Educación para la Paz y Abordaje de la Conflictividad Social, que se dictó durante varios años de forma presencial en la Universidad Nacional del Centro (Unicen) en Quequén. Este proyecto educativo buscó generar conciencia sobre la necesidad de construir una sociedad más pacífica.
A través de un comunicado oficial, las carnicerías Marcenac anunciaron:
«Queríamos informar a todos nuestros clientes y amigos que esta tarde nuestros locales permanecerán cerrados por duelo, debido al fallecimiento de nuestro querido creador y fundador, Adrián Marcenac. Nos estaremos comunicando con quienes tenían pedidos programados para coordinar la entrega mañana. Disculpen las molestias y muchas gracias.»
El legado de Adrián Marcenac perdurará en el esfuerzo colectivo por una sociedad más justa y libre de violencia.
La Nueva Comuna