Este viernes por la tarde, la Fundación Educacional de la Usina fue el escenario de «Evolución Plateada», un evento que puso en el centro del debate la importancia del envejecimiento activo y la inclusión de las personas mayores en la sociedad. La jornada convocó a especialistas y referentes en la temática, con el objetivo de derribar prejuicios y fomentar una vejez participativa y digna.
«El país tiene que cuidar a los adultos mayores»
Durante el encuentro, el gerontólogo Daniel Pujol y el ex titular del PAMI Gerardo Durán coincidieron en la necesidad de cambiar la percepción sobre la longevidad. «El ser humano ya supera la barrera de los 80 años con calidad de vida, y necesitamos vivir mejor esta etapa», afirmaron. En ese sentido, remarcaron la importancia de generar espacios de socialización, promoción de la actividad física y aprendizaje continuo, dejando atrás la concepción de los jubilados como una «clase pasiva».
Los oradores también hicieron hincapié en la necesidad de atender las problemáticas económicas que afectan a los adultos mayores. «Muchas personas apenas reciben 350 mil pesos, no tienen acceso a medicamentos ni pueden alimentarse correctamente», denunciaron. «Buscamos dignidad ante la falta de visión del Estado».

Políticas públicas y economía plateada
El evento sirvió también como un llamado a las fuerzas políticas para la implementación de políticas concretas en favor de la tercera edad. Entre las propuestas destacadas, se mencionó la creación de una escuela de cuidadores de adultos mayores, siguiendo modelos exitosos de otros países. «Es fundamental que el cuidado de los mayores sea profesionalizado y valorizado», sostuvieron.
Por otro lado, los especialistas resaltaron el impacto económico del envejecimiento activo. Según datos de la ONU, la llamada «economía plateada» representa el 40% de la economía global, abriendo oportunidades en sectores como el geronto-turismo, que podría convertirse en un motor de desarrollo.

Un movimiento plural y ciudadano
Evolución Plateada se presentó como un movimiento abierto y participativo, con la intención de construir una red de adultos mayores empoderados. «Juntos somos mucho más fuertes», concluyeron los organizadores. «Este desafío lo asumimos en memoria de nuestros padres y abuelos, porque necesitamos respeto y que se tenga en cuenta la agenda de nuestra generación».
La jornada en la Fundación Educacional de la Usina dejó en claro que la vejez puede y debe ser una etapa de plenitud, compromiso y derechos garantizados. Ahora, la tarea es transformar esas reflexiones en acciones concretas.
Nahuel Barros / LANUEVACOMUNA.COM