En medio de un creciente escándalo político, la senadora Vilma Bedia, miembro del partido La Libertad Avanza, enfrenta fuertes críticas por la contratación de varios familiares en su despacho en el Congreso. La situación ha generado un profundo malestar dentro de su propio bloque y amenaza con fracturar la unidad del partido, que promueve una agenda anticorrupción y de renovación política.
Según se ha confirmado, Bedia ha contratado a varios de sus familiares en diferentes cargos dentro del Senado, entre ellos sus tres hijos, su nuera, un hermano, una sobrina y una cuñada. Los nombres involucrados y sus respectivos salarios han salido a la luz, y son los siguientes:
- Joel Benjamín Mamani, uno de los hijos de la senadora, percibe un salario de $1.011.168,65.
- José Jair Mamani, otro de sus hijos, recibe una remuneración aún mayor, con $1.409.962,89.
- Mirta Araceli Silisque, su nuera, fue designada con categoría A8.
- Daniel Ricardo Bedia, hermano de la senadora, está incluido en la planta temporaria del Senado.
- Daiana Ester Llanes, sobrina de Bedia, ocupa un puesto administrativo.
La cuñada de la senadora también figura en la planta transitoria del Senado, aunque aún no se ha confirmado su categoría ni su salario.
Este acto de nepotismo ha causado indignación dentro de La Libertad Avanza, un partido que se ha posicionado como una fuerza política que promueve la transparencia y la lucha contra la «vieja política». El líder del partido, Javier Milei, ha tomado cartas en el asunto y, visiblemente molesto, exigió una explicación a Bedia. En un comunicado, Milei ha lanzado un ultimátum: la senadora debe despedir a todos sus familiares de inmediato o enfrentarse a la expulsión del bloque.
«Es un despropósito», afirmaron algunos integrantes del partido que, en su mayoría, ven este episodio como una traición a los principios que La Libertad Avanza enarboló durante su campaña. El nombramiento de familiares y la percepción de sueldos tan elevados ha sido señalado como una práctica característica de la política tradicional, algo que el partido había jurado combatir.
A medida que el escándalo se intensifica, las voces dentro del partido exigen una pronta resolución. La presión sobre Bedia es cada vez mayor, ya que su decisión no solo afectará su permanencia en el bloque, sino también la imagen de una fuerza política que ha basado gran parte de su éxito en promesas de renovación y transparencia.
Este escándalo representa un momento crítico para La Libertad Avanza, ya que enfrenta la difícil tarea de mantener su credibilidad frente a un electorado que exige coherencia entre el discurso y las acciones. El desenlace de este conflicto podría tener repercusiones a largo plazo para la senadora Bedia y para el partido en general, que se encuentra en un punto decisivo en su joven historia política.
La Nueva Comuna