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PRODUCCION

El temporal que azotó la región pone en peligro una cosecha récord

Los productores del norte y noroeste bonaerense fueron los más castigados por los aguaceros: en algunos puntos cayeron más de 300 mm en pocas horas, dejando bajo agua el corredor de la ruta 9 entre Rosario y Buenos Aires.

El saldo provisorio es preocupante: pueblos inundados, caminos intransitables con vehículos varados y familias evacuadas. Voces del sector calculan ya “pérdidas multimillonarias”. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires advirtió que el jueves pasado quedaban sin levantar unas 500 000 ha de soja y 120 000 ha de maíz en el norte provincial, superficie que podría perderse si el agua no drena a tiempo.

A ese riesgo se suma el grano embolsado: la humedad puede arruinarlo y, con los suelos saturados, no hay fecha cierta para que entren las máquinas. “El problema de fondo es el escurrimiento: nadie sabe cuándo podremos volver a los lotes”, explicaron técnicos consultados.

“Hay parcelas que no se recuperarán en dos o tres años; a veces es preferible un poco de sequía antes que esto”, lamentó Soledad Aramendi, presidenta de la Sociedad Rural de Rosario.

La dirigente recordó que el aguacero llega “en semanas clave” para la soja y el maíz de segunda y justo cuando comenzaba la siembra fina: “Esto retrasa todo”.

El episodio volvió a exponer la falta de infraestructura hídrica. “El mundo funciona con infraestructura… las civilizaciones más antiguas lo sabían”, subrayó Aramendi, criticando la paralización de obras bajo la gestión Milei.

Andrea Passerini, productora de Carlos Casares, detalló la acumulación de agua: “Tuvimos 300 mm en febrero, 100 mm en marzo y esta lluvia desbordó todo; el suelo ya no absorbía”.

Passerini recordó que el Plan Maestro de la Cuenca del Salado, diseñado en los años 70, sigue inconcluso: “Faltan apenas 30 km de canal; gobiernos nacionales y provinciales lo postergaron y hoy pagamos las consecuencias”.

Mientras tanto, el Estado sigue cobrando el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica (5 % a la nafta y 9 % al GNC) sin ejecutar nuevas obras, señal de otro foco de tensión entre el agro y el Gobierno. Los productores esperaban la eliminación de retenciones, pero el Ejecutivo ya anticipó que no ocurrirá este año.

Con las reservas del Banco Central pendientes de la liquidación sojera, el agua pone en jaque la “cosecha récord” que prometía traer los dólares que el país necesita.

La Nueva Comuna

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