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LA ERA MILEI

El proyecto de Milei incluye una reforma electoral de alto impacto: propone el sistema de “circunscripción uninominal”

Además de cientos de páginas de desregulaciones económicas el proyecto de “ley ómnibus” de Javier Milei contiene una reforma electoral de muy alto impacto. La iniciativa del Presidente no sólo propone derogar las PASO, una modificación que más de un gobierno amagó hacer y nunca avanzó. También impulsará un cambio profundo en el modelo de representación popular: buscará pasar a un sistema de elección por circunscripciones uninominales para la designación de diputados nacionales, con el presunto objetivo de evitar las llamadas “listas sábana”.

Un modelo de este tipo, que sigue el estilo anglosajón, se impuso en la Argentina en 1902 por el entonces presidente Julio Argentino Roca -que es reivindicado por el actual mandatario- y fue derogado por su sucesor, Manuel Quintana.

El sistema de elección por circunscripciones uninominales implicaría dividir el territorio de cada provincia en tantas partes como bancas a elegir. Cada partido político, entonces, presentaría un único candidato por cada circunscripción y en cada una de ellas se elegiría a un único representante por simple mayoría.

“Cada distrito se dividirá en un número de circunscripciones igual al número de diputados que se eligen. Cada elector votará solamente por una lista integrada por un candidato titular y un candidato suplente que deben ser de diferente género”, dice el artículo 158 del proyecto.

Los defensores de este sistema apuntan a la proximidad de los diputados con el territorio que representan y destacan que todos los que obtengan un escaño en la Cámara baja habrán ganado los comicios a título personal y no como parte de una lista “sábana”.

Se trataría de un giro copernicano respecto al sistema de votación argentino actual, que es de representación proporcional, donde los partidos o coaliciones presentan una lista y los cargos se reparten proporcionalmente (mediante el sistema D’Hont) de acuerdo a los votos obtenidos por cada frente político.

Los detractores del modelo de elección por circunscripciones uninominales apuntan que este sistema atenta contra la representación de las minorías y de los partidos más chicos. Además, apuntan a que podría requerir una reforma constitucional, ya que la Carta Magna considera que las provincias son los distritos electorales.

La otra duda que presenta este sistema es cómo se delimitan las circunscripciones o cómo se arman los circuitos electorales. En los Estados Unidos es cuestionada la maniobra conocida como “gerrymandering” que implica la manipulación en el diseño de las circunscripciones electorales con el objetivo de obtener determinado resultado electoral o beneficiar a un grupo o partido particular.

La Nación

Publicado en lanuevacomuna.com

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